Volver
Actualizado: GuardarHoy me he levantado con la cabeza fatal por el fuerte viento de levante propio de mi tierra, que pulveriza las conciencias y aviva los crímenes y divorcios, así que disculpen mi falta de claridad. He intentado leer las noticias del día y el batiburrillo judicial en que se han convertido me ha dejado un extraño regusto de torpeza innata. A estas alturas ya no sé si el juez Baltasar Garzón ha pagado una fianza de tres millones de euros, si han imputado a un tal Gürtel por la huelga de las empresas concesionarias de Jerez o si el paro ha bajado más que el Euríbor. No sé si todo se ha enrevesado o si es el eterno retorno de Tucídides.
«Volverrrrr. Con la mente marchita». Algo así cantaba Penélope Cruz en aquella película de Almodóvar por la que fue candidata al Oscar de Hollywood por primera vez. Bueno, lo cantaba Estrellita Morente, lo decía el personaje interpretado por Pe que, por cierto, parecía una madrileña forzando asento 'andalú'. Vamos, lo que era. Aún así no estaba nada mal. La peli, me refiero. Y Penélope. Saliendo de una divagación para entrar en otra, vuelven a volver.
Los gramófonos y altavoces de los tabloides matutinos lo vienen sacando en su portada cada día: ¡Que viene el lobo, que viene el lobo! Como decía el cuento, tanto fue el cántaro a la fuente que al final el lobo se comió a Pedro. No sé si al final tendrá estómago para comérselo. A Pedro. O a Antonio. Pacheco y Moreno, Moreno y Pacheco. Lo mismo da que da lo mismo. Los protohombres del Andalucismo de finales del siglo XX -parece que fue ayer- vuelven como cuando Michael Jordan o Earvin 'Magic' Johnson retornaron a las canchas de baloncesto, uno tras superar su adicción a las apuestas, otro tras anunciar que había contraído los anticuerpos del sida, posiblemente en Barcelona´92. Vuelven y quieren ser lo que eran antes. MVP de la NBA. Alcaldes. Son unos Rocky Balboas subiendo las escalinatas del Ayuntamiento para, al final -jadeantes y colorados como un inglés en la cala del aceite- elevar los brazos al espacio en señal de victoria. ¿El pasado? Es aquello que se fue para no volver. Y que no vuelva, no interesa. Atrás quedaron las anécdotas, el cachondeo de la justicia y la caja municipal del Ayuntamiento de San Fernando. ¿Qué cachondeo, qué caja? No hay ninguna ya, se la llevaron los que todos y ninguno sabemos. Lo que es un cachondeo es la elección a la Alcaldía, parafrasea un escéptico que no es José Loaiza ni Pilar Sánchez.
No sé si Pacheco intentará retornar bajo las siglas del PSA o de CNN+ o si al final dejarán a Moreno volver bajo las siglas del PP o de UPD (Upadance, en mi pueblo). Es algo extraño todo, un deja vù. Como si nunca se hubieran ido del todo. Qué tienen las alcaldías que tanto atraen, que tanto síndrome de abstinencia producen. Es como el anillo de Frodo Bolsón. Bolsón Cerrado, claro está. 'Volver....' (canta Estrella Cruz con voz en falsete).