CASO LUSSENHOFF

Aunque parezca mentira, en el Xerez no se ponen colorados por más que los miran. Vaya telita con el 'caso Lussenhoff'. Con todo el respeto del mundo, pero no puedo evitar soltarlo: importante cachondeo el que se trae el asesor deportivo de Federico Souza. Es para ponerse colorado, pues es vergonzoso ver como un día se pone el traje de chaqueta para fichar dos ¿refuerzos? para el Xerez en el mercado invernal y poco después se viste de corto para defender los colores de Talleres al otro lado del charco. Obviamente, esto no es propio de un equipo de Primera División (si me apuran, ni de Segunda B).

Me da la sensación que Federico Lussenhoff pretende quedar bien en Jerez y en Córdoba, pero ni en el Xerez ni en Talleres terminan de entender qué está pasando con el argentino. Quizás sería mejor ir con la verdad por delante y no aparecer y desaparecer sin previo aviso.

Me gustaría resaltar que el trabajo que está haciendo Federico Souza es perfecto, que está ilusionando al xerecismo y está dando pasos para hacer del Deportivo una entidad seria. Pero gestos como el de Lussenhoff no hacen más que generar dudas. Y no es que quiera tirar por tierra todo el proyecto del grupo argentino, pero no tiene mucha explicación la marcha de Lussenhoff a Argentina ahora que el Xerez se juega la permanencia (por no decir que todavía no se ha logrado ninguna renovación). Además, tampoco puedo olvidar todas las veces que nos ha dicho que Lussenhoff había venido para quedarse de manera definitiva.

Lo peor de todo esto es lo que pueda pensar Gorosito. La llegada del Pipo ha sido el mejor movimiento de la era Souza, pero el técnico argentino sólo permanecerá en el Xerez si se encuentra un proyecto serío (ya sea en Primera o en Segunda). Y este tipo de cosas no ayudan absolutamente nada.