Destitución de ida y vuelta

El culebrón de la crisis interna del PSOE local vivió ayer un nuevo capítulo que fue calificado por muchos de «surrealista» e incluso «esperpéntico». La tensión entre la alcaldesa y los críticos con su gestión volvió a estallar después de que Francisco Benavent dimitiera, hace pocos días, de la Junta de Gobierno. Al final, altas instancias del PSOE han tenido que intervenir, llamando al orden a ambas partes, para reconducir la situación.

Por la mañana, Pilar Sánchez anunciaba que «se ha aceptado la dimisión de Francisco Benavent y eso lleva implícito el cese de su actividad como delegado de este gobierno». Sobre las 11 horas, tras concretar las medidas de ahorro del Consistorio para hacer frente a la crisis, Sánchez comunicaba incluso el reparto de las tareas de Benavent entre otros delegados, presentes en el acto.

Durante unas dos horas, antes de «reconsiderarse» esta situación, Ainhoa Gil sumaba a sus competencias la de Juventud; Miriam Alconchel el Distrito Norte; y Juan Pedro Crisol y la propia alcaldesa la Ciudad del Flamenco.

Poco duró esta coyuntura. Fuentes del gobierno local se dirigían más tarde a los medios para informar de que Benavent había «reconsiderado» su dimisión y la primera edil había aceptado su regreso a la Junta de Gobierno. Por supuesto, quedaba restituido en sus anteriores competencias.

¿Habían limado las dos partes sus asperezas? Sí, pero según han confirmado las fuentes consultadas por este medio, tuvo que mediar el secretario de los socialistas gaditanos y presidente de Diputación, Francisco González Cabaña, que llamó a las dos partes a la cordura.

Antes, en un acto, el propio Benavent se había mostrado sereno y seguro de su decisión: «No me han comunicado oficialmente que me han destituido, pero cuando lo hagan, mi acta de concejal quedará a disposición del PSOE». Además, todo está «pensado y no hay ninguna cosa que aclarar».

Por lo que ha sabido este medio, González Cabaña (que ha citado a la alcaldesa y a los concejales críticos el lunes en Cádiz, previsiblemente para resolver este nuevo conflicto) habría pedido a ambos que dieran marcha atrás.

Órdago de los críticos

Uno de los motivos es la crisis interna que se abriría en un Ayuntamiento que no está precisamente para más problemas. De hecho, ayer circulaba con insistencia la posibilidad de que los críticos dimitieran en bloque, un órdago que se ha quedado ahí.

Antes de la llamada al orden de Cabaña, la propia alcaldesa ya le había advertido a Benavent que sería destituido si no volvía a la Junta de Gobierno.

Ya por la tarde, Pilar Sánchez explicaba que «Paco ha reconsiderado la situación y ha reconducido el tema». Por lo tanto, quiso hacer ver que «este capítulo, al que no hay que dedicar ni cinco minutos más, queda cerrado». «A veces -añadió la regidora- tenemos que meditar mucho una decisión para no generar inquietud en la ciudadanía».

Por último, indicó que era «una cuestión de confianza que se ha saldado bien» y en la que contó con «el apoyo de todo el grupo socialista, sin excepciones».