Respiro
Actualizado:La escuálida victoria frente al último clasificado muestra, al menos, que el Cádiz aún respira y que, por lo tanto, si se le aplica el tratamiento adecuado, todavía es posible su recuperación para, al menos, salir de la UCI. Los hechos han puesto de manifiesto unas carencias que, desgraciadamente, no se han podido subsanar con la buena voluntad de la plantilla ni siquiera con la sapiencia del entrenador. Como suele ocurrir con los enfermos terminales, la gravedad aumenta por la multiplicidad de complicaciones que, en este estado de debilidad, sobrevienen. Desde el comienzo de la temporada, todos advertimos que, además de mejorar el nivel económico, la eficacia administrativa y la agilidad burocrática del club, y, sin perder su personalidad característica, la plantilla de futbolistas debía elevar su nivel físico, aumentar su calidad técnica y acrecentar su eficacia competitiva. Por estas razones los críticos deportivos y, en gran medida, los aficionados solicitaron hasta la saciedad que el equipo técnico, respaldado por la Junta Directiva, se esforzara por lograr fichajes de profesionales que, dotados de calidad contrastada, resultaran rentables económica y deportivamente. Otras voces han clamado para que se incorporaran de manera dosificada algunos componentes de la cantera. La historia del equipo amarillo y la práctica actual de los conjuntos punteros de las diferentes divisiones nos demuestran que, para que los proyectos sean consistentes, es necesario que se asienten sobre unas bases sólidas y, sobre todo, que se diseñen con la mirada puesta en el futuro. Lo mismo que ocurre en la economía familiar y en la política social, la mejor inversión es la que se dedica a la formación de los futuros profesionales. El dinero que se gasta en la enseñanza y en la formación es, sin duda alguna, el más rentable. En mi opinión, este es el momento adecuado para empezar a pensar en el diseño de un nuevo proyecto más realista, rentable y ambicioso.