Un fuerte temporal de diecisiete horas deja al menos 77 muertos en Río de Janeiro

El temporal que castigó el estado brasileño de Río de Janeiro entre la tarde del lunes y la mañana de ayer ha dejado al menos 77 muertos. El Cuerpo de Bomberos -que rescató con vida a 89 víctimas de deslizamientos de tierras e inundaciones- no descarta el aumento del número de fallecidos, ya que 13 personas fueron declaradas como desaparecidas.

El mayor número de muertos se ha contabilizado en la propia Río donde cifras parciales indican que al menos 30 personas perecieron por derrumbes en los barrios de Andaraí y Jacarepaguá, así como en favelas que ocupan los morros dos Prazeres, Borel, dos Macacos y Turano. Otras 22 muertes, también por deslizamientos de tierras, han sido registradas en Niteroi y 13 en Sao Gonzalo, ciudades vecinas de la capital regional. El gobernador, Sergio Cabral, aprovechó para cuestionar la gestión de sus antecesores y atribuir el alto número de víctimas a otros ejecutivos que permitieron el crecimiento de las barriadas pobres en áreas montañosas de riesgo.

Las lluvias han sumido a Río en una situación caótica por las inundaciones de las principales vías y la paralización del transporte y del comercio. Según la firma meteorológica Alerta Río, en las 17 horas que duró el diluvio, cayó el doble del agua esperada para todo el mes de abril. Pese a que el temporal comenzó a amainar poco antes del mediodía de ayer, los meteorólogos prevén que se prolongue hasta mañana, pero sin la intensidad de las últimas horas.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló la mayoría de actos previstos para ayer en Río y recomendó a los habitantes de las áreas de riesgo abandonar sus hogares y buscar refugio en zonas más seguras. Mientras, el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, pidió a la población que, para evitar males mayores, lo mejor era permanecer en sus casas.