Amenaza, que algo queda
Actualizado:Se ha mosqueado el amigo americano. O más bien el amigo japonés que tiene hace años al amigo americano en el bolsillo. Luego ha reculado, demostrando que no sólo los políticos dicen tonterías y que cada cual asciende hasta el punto máximo de su incompetencia, pero la perla la soltó, el tío: como somos todos una panda de piratas y no le compramos los DVD que sus expertos han calculado, o nos hacemos todos buenos o dejan de publicar películas para España.
A nuestra ministra del ramo le dio un sofoco. Tanto decir que venía el lobo y al final el que se asusta no es el piratilla, sino el séptimo de caballería. Es como si porque no vendo el pan del día, cierro la panadería al día siguiente y que se fastidie el barrio.
Olvida el amigo americano-japonés que estamos en una crisis económica como no la recuerdan los más viejos. Crisis en la que, por cierto, nos han metido ellos mismos.
Y que, cuando a uno no le llega el sueldo, tiene que cortar los caprichitos. Tampoco estaría mal que hicieran mejores películas, que ya cansa tanta explosión, y que en el mercado mismo del DVD se dejaran de hacer ediciones normales, ediciones especiales, remasterizadas, el montaje del director, el de la portera, y el del vecino del quinto. Con una vez que compremos la peli, va de sobra, hombre.
Es verdad que la piratería es un engorro y les fastidia a ustedes el negocio y nos deja como tontos a los que nos gastamos un perraje en la segunda planta de El Corte Inglés.
Pero también es verdad que los fans fatales ya nos buscaremos las pelis en versión original, que todo está a un click por Internet, en los sentidos que ustedes quieran, y en el Reino Unido de la Gran Bretaña se publica mejor que aquí. Y más barato.
No nos dicen nada del Blue-Ray, por cierto. O sea, que huele a chamusquina comercial la amenaza retractada. No comprende el amigo americano que el ocio interesa más a quien lo vende que a quien lo compra. El ocioso siempre podrá dedicarse a otra cosa. A pensar, por ejemplo.