DONDE LAS CALLES NO TIENEN NOMBRE

TIEMPOS REVUELTOSASÍ NO SE PUEDE

Me niego a admitir el chantaje del sindicato independiente de la Policía Local, cuyos agentes se dieron de baja el Jueves SantoLa Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados

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El Sindicato Independiente de la Policía Local me cae mal. No puedo entender la forma de actuar de una organización cuya única estrategia pasa por la amenaza y por tomar a los ciudadanos de Jerez como rehenes. No pongo en duda las reivindicaciones de los agentes del 092, no dudo de sus necesidades materiales o de que tengan unas condiciones laborales mejorables como, por otro lado y en estos tiempos de crisis, le pasa a cualquier hijo de vecino, y a muchos que ni siquiera cobran sus nóminas, problema que ellos no tienen.

Lo que me niego a admitir es el chantaje de unos individuos cuya última ocurrencia ha sido que más de la mitad de la plantilla se diera de baja en bloque alegando motivos de salud el pasado Jueves Santo. Una gran falacia ideada por este SIP que se supera a sí mismo a cada paso. Después de vestirse de romanos, de amenazar con huelgas en Semana Santa, Mundial de Motociclismo y Feria del Caballo; de reventar varios plenos municipales con bocinas infernales y material pirotécnico de gran peligrosidad; y de haber multiplicado por seis las multas en una mal llamada 'huelga a la japonesa'; ahora esto viene a confirmar las prácticas macarras de este sindicato al que le resbala poner en solfa la seguridad ciudadana de una población de más de 200.000 habitantes en plena Semana Santa.

Sólo 38 agentes estaban disponibles en el cuerpo en uno de los días más potentes del año, con miles de visitantes en nuestras calles, en mitad de un puente festivo. Las hermandades tuvieron que tomar medidas de 'autoprotección' por recomendación expresa del Ayuntamiento, e imagínense si hubiésemos tenido algún altercado o suceso importante en la madrugada del Viernes Santo. Espero que se puedan solucionar los problemas laborales de la Policía Local, pero también deseo que se investiguen minuciosamente las bajas presentadas al unísono por 53 agentes que le han seguido el juego a este sindicato de dudoso proceder.

Y, por supuesto, también espero que no me frían a multas después de este artículo, que éstos son capaces.

Nono Merino

Por otro lado, supongo, o más bien sé, que no es políticamente correcto en un día como hoy, Domingo de Resurrección, ponerle un pleito a la divinidad. Pero hay cosas que, nunca mejor dicho, claman al cielo.

Estamos terminando la Semana Santa, en una tierra como la nuestra que vive por y para la religión católica, tan presente en nuestro día a día, aún para los que no profesan esta creencia, y la fe debería coronar todos nuestros pensamientos.

Muchos nos hemos educado en el amor a Cristo, en la esperanza de la vida eterna, en la reconfortante idea de que un comportamiento honesto y sincero con nuestros semejantes nos hará ganarnos el Reino de los Cielos. Y en ese universo de la religión nos han inculcado de siempre que la fe es la única y verdadera respuesta a todo aquello a lo que no le podamos encontrar explicación, a todos los porqués rabiosos que expulsemos al encontrarnos con injusticias y dificultades. Uno intenta aferrarse a ello, pero hay veces que cuesta, que cuesta mucho.

Y quizá deberíamos reflexionar sobre las cosas que nos ha regalado la vida y dar gracias, y no ponernos arrogantes cuando haya algo a lo que no encontremos sentido, pero en todo caso convendrán conmigo en que la duda es humana y absolutamente nadie puede escapar a ella. Me siento contrariado y profundamente apenado por el fallecimiento de Nono Merino, un tío joven, lleno de vida, buena persona... Su muerte me ha traído muchas dudas y sobre todo un pesar tremendo por esa familia Merino a la que tanto aprecio y a la que desde esta humilde gacetilla les mando un fuerte abrazo en estos momentos tan duros y tan injustos que cuesta tanto comprender desde el punto de vista de la fe.