Medvédev llama a no tener misericordia con los terroristas

El director del FSB, Alexánder Bórtnikov, anunció ayer durante una reunión presidida por el presidente, Dmitri Medvédev, en Majachkalá, la capital de Daguestán, que ya están identificados los organizadores de los atentados del lunes en Moscú y del miércoles en la localidad daguestaní de Kizliar, así como las dos 'viudas negras' que se inmolaron en el metro. «Se confirma la versión de que las acciones terroristas fueron perpetradas por bandas concretas vinculadas con el Cáucaso Norte. Conocemos personalmente a los organizadores», aseguró el jefe de los servicios secretos sin facilitar ningún nombre. Según sus declaraciones, hay ya detenidos. Por otro lado, fuentes anónimas de las fuerzas de seguridad, citadas por el diario 'Kommersant' y la agencia Life News, sostienen que también ha podido ser establecida la filiación de las dos suicidas que atentaron en la capital rusa.

Según ambas publicaciones, la más joven de las dos mujeres se llama Marja Ustarjánova, de 20 años, viuda del jefe guerrillero Said Ammin Jizríev de Gudermés (Chechenia). 'Kommersant' cuenta que la joven se puso en contacto con la guerrilla a través de Internet, después se unió a sus filas y se fue a las montañas. Allí se casó con Jizríev, quien fue abatido el pasado otoño, cuando preparaba un atentado contra el presidente checheno, Ramzán Kadírov. Ustarjánova decidió entonces vengar la muerte de su esposo participando en el ataque del lunes en la estación de Lubianka.

Viuda de un jefe guerrillero

De su compañera, la que 40 minutos más tarde se hizo saltar por los aires en la estación de Park Kulturi, no se ha dado a conocer nombre y apellidos, pero sí que es algo mayor, que fue cónyuge del jefe guerrillero daguestaní Umalat Mahomédov y que es de Kizliar. Mahomédov fue eliminado por agentes de los servicios secretos rusos durante una operación llevada a cabo el pasado 31 de diciembre. 'Kommersant' señala que las dos terroristas pudieron ser adiestradas por el grupo de Said Buriátski, muerto en febrero, pero estaban a las órdenes del máximo jefe de los separatistas islámicos chechenos, Dokú Umárov, que reivindicó el miércoles los últimos atentados.

Mientras Medvédev reunía en Majachkalá a los líderes de las repúblicas norcaucásicas para tratar de afinar el dispositivo antiterrorista y coordinar medidas, no muy lejos de allí, en las inmediaciones de Jasaviurt, junto a la frontera con Chechenia, explotaba un vehículo matando a dos ocupantes e hiriendo gravemente a un tercero. La Policía local cree que eran tres terroristas a los que se les detonó involuntariamente la carga que transportaban.

En Moscú enterraron ayer a 13 de las 39 muertos en el doble atentado del metro. Hay hospitalizadas 88 personas. El presidente afirmó en Daguestán que «debemos ampliar la lista de medidas en la lucha antiterrorista, que deben ser no sólo más eficientes, sino también más severas, inmisericordes y preventivas».