Exceso sindical
Actualizado:La huelga de 24 horas convocada por el sindicato minoritario CGT en Renfe y en Adif perturbó ayer el normal funcionamiento del transporte por ferrocarril, causando perjuicios a más de 6.000 personas que se vieron en la obligación de posponer unas horas o días su viaje o renunciar a realizarlo en tren al inicio de las fiestas de Semana Santa. Por legal que fuese la convocatoria, no parece tan legítimo que la posición de la central minoritaria se haga valer mediante una medida tan extrema como un paro que desemboca en la cancelación de 48 salidas de largo recorrido y del AVE sobre un total de 173 previstas, además de los problemas causados en cercanías y en el transporte de mercancías. Y ello gracias a los efectos que el seguimiento de la huelga por unos pocos trabajadores provoca en un sistema cuyo funcionamiento requiere de todos los empleados adscritos a la jornada. Si hay discrepancias entre los sindicatos a la hora de negociar la recalificación profesional de las plantillas en ambas empresas públicas, o si existen desavenencias en cuanto a la evolución salarial establecida por convenio, sólo una clara mayoría sindical puede ser el intérprete reconocible de los intereses de los trabajadores.