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Los vecinos ya pueden revisar el catálogo del Peprich en Urbanismo
El nuevo delegado de la Gerencia está dispuesto a modificar el documento para mejorar la calidad de vida de los residentes del casco histórico
Actualizado: GuardarCon su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) ayer entró en vigor la Aprobación Inicial del Catálogo del Peprich (Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico) en sus niveles 3, 4 y 5. De esta forma el documento permanecerá durante un mes en exposición pública en las oficinas de la Gerencia Municipal de Urbanismo donde podrán ser consultado por los vecinos del centro.
El nuevo delegado general del área de Urbanismo, Daniel Nieto (PP), explicó que el nuevo catálogo es un documento abierto y «durante este periodo de información pública es cuando los vecinos podrán presentar las sugerencias y alegaciones que consideren oportunas». Así Nieto señaló que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo se elaboró un documento más permisivo y además, se habrían flexibilizado los criterios de protección en todo el casco histórico lo que podría beneficiar a numerosas fincas.
Algunos ejemplos significativos serían que en el anterior catálogo, el nivel 5 (de menor protección) lo conformaban 139 fincas. Ahora en el nuevo ha pasado a 415 inmuebles, es decir, se ha incrementado con 276 fincas que han visto, por tanto, reducido el nivel de protección. Pero además, el delegado insistió en la intención de que el documento participativo y esté «abierto a experimentar las modificaciones que hagan falta y sean necesarias para ser mejorado y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de los vecinos del casco histórico».
Por su parte el PSOE isleño afirmó que el documento no cumple las expectativas que vecinos y comerciantes del centro urbano tenían puestas. La edil socialista Patricia Cavada señaló que esperaba que se hubieran introducido «transformaciones importantes» que fomentasen la vida comercial y social del centro, como el aumento de las alturas, la modificación del régimen de los patios interiores, y un consentimiento expreso a la apertura de escaparates en los bajos de los edificios.
Tampoco se habría tenido en cuenta la vocación comercial de distintas calles del centro histórico, señaló Cavada, quien insistió en que en estos viales el catálogo debería haber sido «más flexible» con los bajos de los inmuebles al ser utilizado como establecimientos comerciales. «Urbanismo ha impuesto a estas calles los mismos criterios impidiendo, por tanto, el desarrollo económico de la zona», señaló