EL PREGÓN

Remedios de Jerez

Jerez Actualizado: Guardar
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Eran las Cruces de Mayo / cuando Jerez rebosaba / de macetas de geranios / y los patios se llenaban / de aroma a jazmines blancos, / damas de noche, fragancias, / azahares y naranjos.

Mi juventud me sabía / a tiempo que se agotaba / entre risas y alegrías, / por eso la disfrutaba / de madrugada y de día.

Juventud que yo adorada / y a chorros me la bebía, / y despacio la probaba / pues de cierto conocía / que del sueño que soñaba / un día despertaría.

Remedios del alma mía, / aquel fue el tiempo dorado / en el que todos los días / pasaba junto a tu lado / y de cerca te veía.

Tú mientras en tu desvelo, / Remedios de tós mis males, con ojos no terrenales, / mientras siempre hacia el cielo, / como buscando en tu anhelo / los balcones celestiales / a donde se fue Juanelo.

Pero un día sonó aquel trueno / que retumbó en tu capilla / y a los que con tanto empeño / bordaron tu canastilla, / un rayo quemó sus sueños / como una simple cerilla.

Así, el comenzar de cero / es lección que da la vida / para caminar de nuevo / con la lección aprendida.

Tu Hijo el del Amor lo sabe, / qué cosa no va a saber, ( si el Amor ya ni le cabe / a un Dios que todo lo ve.

Y si el Amor al suplicio / tan sólo por Amor fue / por tu Amor a ti te quiso / y a ti vino a escoger.

¡Quién puede pues, conocer / más que Tú de sacrificio / y de querer mucho y bien / si por eso Dios te hizo / Remedio a nuestro servicio, / Remedio de nuestra fe, / Remediadora de oficio, Remedios de mi Jerez...!