Hay vida, hay esperanza
El Xerez logra un cómodo triunfo ante el Valladolid y se acerca a la batalla por lograr la pemanencia
Actualizado: GuardarHay vida y hay esperanza porque parece que definitivamente el Xerez Club Deportivo ha levantado el vuelo. La pregunta que surge es si ha abierto sus alas a tiempo para conseguir el milagro o por contra han sido demasiados los partidos que se han tirado a la basura y quizás falte campeonato para obrar el milagro. De momento, el Xerez vuela, vuela bajo, pero dibuja una trayectoria creciente. De menos a más, todo lo contrario que rivales directos como el Valladolid que ayer se la pegaron de lleno en el estadio jerezano.
Ahora el Deportivo se ha metido en la batalla. Al menos, se ha acercado mucho. Es cierto que todavía está a siete puntos de un Zaragoza que no lo pondrá nada fácil, pero se ha colocado a sólo dos de los pucelanos y a tres del Tenerife (con ambos tiene ganado el ‘goal average’ particular).
Y es que si algo tiene este Xerez Deportivo es fe y esperanza, algo que demostraron desde el primero de los segundos de partido, pues volvieron a salir a muerte a por el encuentro, igual que hizo ante el Tenerife, y no tardó en tener resultados. El crono todavía no había llegado al segundo minuto de partido cuando el Deportivo trataba de trenzar su primera jugada de ataque. El cuero cayó del cielo para que Orellana lo amortiguara y se asociara con Bermejo antes de llegar a línea de fondo. Desde allí el chileno buscó a su amigo Víctor Sánchez, que llegó desde atrás para empalar al fondo de la portería. El catalán definió bien y convirtió en gol un balón que no era fácil de controlar, pues le venía a su pierna mala y botando, pero Víctor hizo palanca y se la cambió de palo al portero. Gol para encarrilar, gol para la tranquilidad, gol para soñar y gol para quitar el mal sabor de boca que había dejado la contundente victoria del Zaragoza ante el Valencia. El tanto también sirvió para que los azulinos se plantaran bien sobre el prado de Chapín y solaparan a un Valladolid al que le costó mucho reaccionar. Los de Gorosito no se sentían incómodos sin la posesión de balón y durante muchos minutos le pasaron a los visitantes la responsabilidad de crear volumen de juego, pero los de Onésimo no funcionaban en ataque. El juego por las bandas era nulo y siempre focalizaban sus penetraciones por el carril central. Allí surgió el primer disparo a puerta del Valladolid cuando el reloj llegaba al primer cuarto de hora de partido. Marquitos quiso ajustarla al palo con potencia, pero Renan llegó sin problemas. La defensa azulina brillaba, pero no así la fluidez ofensiva pues Míchel y Bermejo –muy distanciados– no lograban asociarse. Tuvo que ser Aythami, en un demarraje de valentía, el que se sumara al ataque y pusiera el peligro en la portería de Justo Villar con un zapatazo que salió muy cerca de la cepa del palo tras tocar en un defensa vallisoletano.
Balón parado
A la media hora de partido, el equipo de Onésimo acumulaba casi el 60% de la posesión, pero los azulinos lograron quitar el nudo ofensivo con una jugada a balón parado. Otra vez la estrategia (dos de los tres últimos goles de los azulinos habían llegado con este tipo de jugadas) sirvió a los xerecistas para apuntalar la victoria. Esta vez fue en una falta lateral, desde el carril izquierdo. Allí la puso en movimiento Momo, que la colocó entre el punto de penalti y la frontal del área chica, donde Míchel, totalmente libre de marca, la cabeceó al fondo de la portería de Justo Villar.
El segundo gol hizo aún más daño a un Valladolid que hubiera quedado totalmente noqueado en el primer tiempo si Bermejo hubiera logrado el tercero en un mano a mano con el portero vallisoletano tras una cantada de la defensa. Pero el cántabro cruzó demasiado y la sentencia final se hizo esperar hasta la segunda parte.
Y es que del vestuario de Chapín regresó un Valladolid espumoso, que perdió dos buenas oportunidades en los cinco primeros minutos tras la reanudación –espectacular Renan, que salvó un mano a mano contra Manucho–. Pero el centro del campo del Valladolid había perdido mucho con el cambio realizado por Onésimo, ya que la ausencia de Pelé dejaba mucha más libertad para los atacantes xerecistas. Orellana y Míchel pudieron lograr el tercero, pero fallaron en el último pase. Tuvo que ser Mario Bermejo el que cerrara el marcador desde el punto de penalti.
El delantero aprovechó los espacios que dejaba el Valladolid y se plantó mano a mano contra Justo Villar, quien lo derribó cuando se disponía a marcar. Pérez Burrull señaló penalti y expulsión cuando Onésimo ya había realizado los tres cambios y tuvo que ser Medunjanin el que se colocara bajo palos y ver, como un espectador más, como Bermejo transformaba la pena máxima.
Ahí acabó el partido, ya que el Xerez no quiso hacer más sangre. Se conformaba con ganar su partido más cómodo de la temporada, con meterse de lleno en la lucha por la permanencia, con confirmar su mejoría, con mantener su portería a cero por primera vez en la era Gorosito y todavía le sobró tiempo para ir a rezar para que el xerecismo pueda disfrutar de lo que sería el tercer milagro consecutivo en Chapín.
Ficha técnica:
Xerez : Renan, Redondo, Leandro, Mario Bermejo (Alustiza, m. 77), Momo (Armenteros. m. 64), Víctor Sánchez, Orellana, Míchel (Carlos Calvo, m. 72), Casado, Aythami y Keita.
Valladolid : Justo Villar, Pelé (Medunjanin, m. 46), Nauzet Alemán, Manucho, Borja, Sereno, Del Horno, Pedro López (Keko, m. 61), Canobbio, Marquitos (Bueno, m. 61) y César Arzo.
Goles: 1-0, m.1: Víctor Sánchez. 2-0, m.35: Míchel. 3-0, m.70: Bermejo, de penalti.
Árbitro: Pérez Burrull (c.cántabro). Amonestó a los locales Bermejo y Redondo; y a los visitantes Pelé, Sereno, César Arzo y Nauzet. Expulsó al portero del Valladolid , Justo Villar, con roja directa, a los 70 minutos, en la jugada del penalti a Bermejo.
Incidencias: Partido disputado en el estadio municipal de Chapín ante 13.438 espectadores.