ASÍ DE TRISTE

Empatamos en Irún, y lo damos por bueno. Así de triste está siendo el deambular de nuestro equipo esta temporada. Y es que en eso nos hemos convertido, en un equipo triste y sobre todo mediocre. Yo a mi equipo le pido que vaya a ganar al campo del Irún, después se ganará o no, pero al menos que vaya con esa acitud. Y por mucho que intenten convencerme, en el Stadium Gal el equipo amarillo nunca fue a por la victoria. Yo a mi equipo le pido que si hace el ridículo ante el Real Unión, pues que no celebre el punto conseguido como si fuese un triunfo. Sobre todo porque a estas alturas lo único que nos sirve es sumar de tres en tres y más ante un rival directo como lo es el irundarra. Yo a mi equipo le pido que sea consecuente con la situación y que no me vendan ahora que ante el Castellón sí que es una final, porque yo me pregunto ¿ante el equipo de Iñaki Alonso qué era entonces, una semifinal? Eso es falsear la realidad. Y es que la realidad es muy diferente a la que jugadores y técnico parecen ver.

La situación es que a día de hoy, el año que viene estamos en segunda B. Mejor dicho, visto el juego reservón, timorato y conservador del Cádiz en ¡¡¡¡Irún!!!! somos ya un equipo de la división de bronce que circunstancialmente juega en la categoría de plata. Para colmo, los resultados del resto de equipos no nos favorecen nada. Pero, si ni el Cádiz se favorece a sí mismo, ¿cómo vamos a esperar que los demás nos favorezcan? Tras lo visto el pasado viernes, tengo la versión más pesimista de mí mismo. Estoy convencido que ahora nadie de la España futbolística da un duro por el Cádiz, nadie confía en la salvación. Seguro que todo el mundo da por descendido a los cuatro que actualmente ocupan esos lugares malditos. Lo que lamento es lo fácil que lo están teniendo el resto de equipos para mantener la categoría habiendo cuatro como Castellón, Real Unión, Albacete y desgraciadamente nuestro Cádiz. Ojalá que llegue ese día en el que deba escribir una columna diciendo: me equivoqué. Y punto.