El PP denunciará «por injurias» al PSOE tras las críticas a su concejal

El episodio de los pelos traerá cola. Y es que, como ya adelantó este medio, el Partido Popular de la localidad tiene previsto acudir a la justicia para denunciar por lo penal «por injurias» al PSOE local.

El presidente de la formación mayoritaria en la oposición en Chiclana, Nicolás Aragón, explicó ayer que a su juicio «las acusaciones son un montaje del Partido Socialista», quien según Aragón «miente descaradamente».

Tal y como ha defendido este partido desde que se conoció el suceso, «Agustín Díaz en ningún momento se dirigió a Manuela Moreno (PSOE) con insultos y ni mucho menos con amenazas de ningún tipo». Esa fue precisamente la denuncia al unísono de las mujeres del equipo de Gobierno del Ayuntamiento.

Todo ocurrió a la finalización del pleno ordinario de marzo celebrado en la tarde del jueves. Según la versión de los socialistas, el ex-concejal de Juventud y Educación del cuatripartito, el popular Agustín Díaz, amenazó con tirar de los pelos a la alcaldesa accidental de aquella sesión, y a la sazón Teniente de Alcalde de Hacienda, Manuela Moreno.

Según Aragón, los concejales del PSOE en Chiclana «son los violentos y los que se dedican a increpar en todos los plenos a los concejales del PP y del resto de la oposición». Por ello, insistió en que esta denuncia se trata de «un montaje». A su entender «los socialistas saben que han perdido el apoyo de los chiclaneros y tienen que montar estos numeritos para distraer la atención de los graves problemas que sufre Chiclana».

La condena de Griñán

Los socialistas por su parte solicitaron ya el pasado viernes la dimisión de Agustín Díaz, y el episodio incluso salpicó la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en Cádiz el pasado viernes, que condenó lo sucedido.

Tras el salto en la escala mediática que ha tenido este suceso, los populares han decidido denunciar ante la justicia al PSOE. Ellos reiteran que toda la historia es «absolutamente falsa», y que no tolerarán «que se manche el buen nombre de Díaz ni del PP».

Para algunos críticos, resulta curioso este revuelo, cuando «en la mayoría» de debates plenarios los insultos («cacique, dictador», etcétera), están «en el orden del día» de los concejales.