MATANDO EL TIEMPO
Actualizado: GuardarPuede que hoy tuviese que estar hablando de otra cosa más importante para el cadismo como que nuestro submarino amarillo se hunde sin remedio o, por el contrario, se atisba un rayito de luz (y no es Marisol, como diría el Sheriff con los Aleluyas). Esto último es lo que me gustaría poder gritar dentro de poco, cuando se lleven encadenadas unas cuantas victorias que permitan al equipo salir del descenso. Así pues, desde la intriga de saber qué pasó anoche en Irún, redacto estas palabras llenas de esperanza. Mientras dejo aparcada momentáneamente la preocupación por el Cádiz, me distraigo con ciertas pamplinas, tales como «vamos a comparar ahora a Messi con Maradona» y con otros asuntos cuya temática por desgracia me suenan, como la destitución de Jiménez al frente del banquillo sevillista. De nuevo, el cuento repetido de «echemos al ténico porque sale más barato que cargarnos a la plantilla», aunque en esta ocasión la grada sólo objeta que el cambio haya sido demasiado tarde, puede que porque el mes de febrero lo hemos dedicado a mejores menesteres. Sólo desearle de todo corazón a Antonio Álvarez que sea capaz de saborear las mieles del éxito. Quien roza con sus dedos el cielo es desde luego Messi, pero siempre resultará incómodo tanto elogio con Maradona de por medio. Teniendo en cuenta que su seleccionador no encaja bien estar en un segundo plano y que la mayoría de los argentinos siguen idolatrándolo, cualquiera es capaz de dejarse la piel por la albiceleste. No me extraña que la Pulga tenga reparos en picar las porterías contrarias. Nunca se sabe si «el maestro» te lo agradecerá o, en cambio, continuará poniendo alguna pega en vez de reconocer sus propios fallos. Tampoco está nada mal la polémica del gol de Parejo en vez de resaltar el importante triunfo del Real Madrid en un campo siempre complicado. Está claro que gusta buscar fantamas donde no los hay.