Pérez Reverte, una buena idea

Sinceramente creo que la iniciativa de encargar a Arturo Pérez Reverte la Comisaría de la gran exposición sobre el 1812 en Cádiz es una buena idea, un verdadero acierto. El éxito de la muestra que dirigió en Madrid con motivo del bicentenario del dos de Mayo, -además de su indudable personal valía desde el importantísimo aspecto mediático- valdría para avalar el acierto de su nombramiento.

Las experiencias que desde el Ateneo gaditano tuvimos con él cuando los actos de la conmemoración del bicentenario de la Batalla de Trafalgar, nos dejó claro su valía personal, su espíritu de disponibilidad, y su entrega, su ánimo y su buen hacer en sus compromisos. Su magistral intervención, generosa por demás, en el diálogo que le montamos con el Almirante Gonzalez-Aller en el salón magno del Palacio de Congresos y Exposiciones, con aforo a rebosar, nos dejó totalmente claro su acertada cercanía y sintonía con el pueblo, por encima de sus referencias en torno a la política y a los políticos. Y en el actual debate sobre la oportunidad o no de su nombramiento como comisario de la futura exposición gaditana, el propio Pérez Reverte, aclarando diafanamente su postura, manifiesta que se somete a lo que los gaditanos decidan. Y -lejos y ajenos a la habitual y cansina broca entre políticos- estoy seguro que el pueblo, los gaditanos de a pie, la ciudadanía civil, estaríamos encantados con Arturo Pérez Reverte como comisario de la gran exposición del Doce.