Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ayer, en Valencia. :: EFE
Economia

Ordóñez amenaza con intervenir las cajas que frenen las fusiones

El gobernador del Banco de España les avisa de que su liquidación o venta supondría mayor coste para el contribuyente

MADRID. Actualizado: Guardar
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El gobernador del Banco de España endurece su discurso. La paciencia se le acaba y ha advertido al grupo de cajas de ahorros y a las comunidades autónomas que retrasan los procesos de integración de que, en cuanto dejen de ser viables, en sus manos está intervenirlas y posteriormente liquidarlas o venderlas. Una actuación que acarrearía, les recuerda, «la apertura de expediente a los consejeros y demás órganos de gobierno», así como «una reducción mucho más traumática del empleo y los servicios financieros en su región» de las que se hubieran producido con procesos de integración ordenados. Y les acusa directamente de, con su proceder, elevar la factura del saneamiento bancario que va a tener que pagar el contribuyente español.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez ya había expresado estas 'advertencias' individualmente a una serie de entidades. Ahora eleva el tono de su admonición y la dirige muy especialmente a los gobiernos autonómicos. En un discurso pronunciado en Valencia, durante un almuerzo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, apeló a esa «minoría de cajas que está retrasando los procesos de integración, bien por sus propias decisiones, bien por la interferencia de los gobiernos de sus comunidades autónomas».

«Son pocas -reconoció, sin citar ningún nombre-, pero la imagen de lentitud e incapacidad de resolver sus problemas se están transmitiendo al conjunto del sistema bancario español, extendiéndose la sospecha sobre la solidez de las demás instituciones y encareciendo su financiación». Admitió que estas cajas de ahorro son todavía viables, para añadir que, en cuanto dejen de serlo, el Banco de España no se andará con contemplaciones. Con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el Parlamento le ha dotado suficientes instrumentos para intervenir, «más allá de lo que piensen las asambleas de esas cajas y los gobiernos autonómicos.»

Para no llegar a esos extremos, hizo un llamamiento a la responsabilidad de aquellos que están «perjudicando» esos procesos. Y les instó a evitar «no sólo el daño que se hacen a sí mismos y a su región sino el perjuicio que causan al resto de las instituciones de crédito españolas que sí están haciendo sus deberes».

Pidió además Fernández Ordóñez la colaboración de todas las entidades del sistema financiero para que expliquen mejor su situación. Y, sobre todo, dirigió un claro mensaje al Gobierno. Es necesario aprobar cuanto antes una reforma del sistema que permita a las cajas dotarse de recursos propios de calidad. Solo así se evitará la repetición futura de problemas como los actuales, y unas entidades de ahorro suficientemente capitalizadas podrán seguir facilitando suficiente crédito.

El Ejecutivo no parece responder a estas urgencias. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, relativizó las actuaciones del FROB y emplazó para empezar a hablar en el segundo semestre de la reforma de la ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro.

El gobernador del Banco de España, finalmente, reiteró en su discurso la necesidad de acometer las modificaciones que ayudaron a España a salir de la crisis. Ningún cambio «alcanzará sus objetivos si no viene acompañado por la imprescindible reforma laboral que detenga la sangría del desempleo y favorezca la contratación», concluyó.