El Madrid se aprovecha del débil Getafe y se echa a dormir
Cristiano Ronaldo e Higuaín, con un doblete cada uno, sellaron la cómoda victoria del líder en poco más de media hora
COLPISA Actualizado: GuardarEl Real Madrid se aprovechó de la endeblez del Getafe para recuperar un día después el liderato y acercarse al récord de goles de hace dos décadas, pero se echó a dormir en la segunda parte y desperdició una ocasión única para ampliar su diferencia en el 'goal average' general. Con un Getafe sin agresividad, entregado durante todo el primer tiempo, y un Madrid concienciado de la trascendencia de la victoria en un campo que era maldito, los blancos no necesitaron ni media hora para dejar sentenciado el partido.
Salieron decididos los madridistas a dominar, al ataque, dejando la apatía para después del descanso, y con los goles de Cristiano Ronaldo e Higuaín se dieron un festín en la primera parte ante un rival que fue un coladero en defensa. El Madrid no desperdició los agujeros atrás del débil Getafe para destrozar a los azulones, y si hubiera tenido más eficacia arriba, la goleada habría sido escandalosa. Con un enemigo tan flojo, quizás llegue a lamentar el Madrid haber sesteado durante toda la segunda mitad y no lograr más goles en Getafe, porque la oportunidad era envidiable, aunque tal y como va la lucha por el título, lo que sí se presenta realmente decisivo es el derbi del 10 de abril contra el Barça.
El décimo triunfo consecutivo de los blancos, en la que se presuponía iba a ser una de sus salidas más complicadas, se fraguó con una superioridad insultante en un choque en el que el Madrid ofreció dos caras en actitud, pero experimentó una notable mejoría en el medio campo con Gago en lugar del lesionado bajo sospecha Lass. Los robos del argentino dieron lugar a un par de goles a la contra cuando el Madrid se recreaba frente a un enemigo que renunció a la presión y al balón durante todo el primer tiempo. La pelota que Míchel soñaba con arrebatarle al Madrid fue siempre blanca en la primera parte y el Getafe no hizo ni faltas para intentar frenar una sangría que se abrió muy pronto a balón parado gracias a Cristiano, autor después de una acción individual, con bicicletas incluidas, para sellar con un gran zapatazo el 0-4. Quizás picado aún más por todas las alabanzas que se ha llevado Messi esta semana.
De paseo
Cada llegada blanca era ocasión clarísima de peligro, y si no llega a ser por Ustari habrían caído otros dos más en una primera mitad en la que todo el juego lo puso el Madrid y el Getafe no existió. Los de Míchel, con Belenguer por sorpresa en el banquillo, hicieron el ridículo atrás, pero en el centro del campo también fueron incapaces de intentar equilibrar algo el despliegue físico y táctico de Gago y Xabi Alonso y apenas cruzaron la medular antes del descanso. Su único gol del primer tiempo llegó porque Parejo no quiso ser deportivo con Casillas, tirado en el suelo tras doblarse el tobillo al caerse encima del portero. El ex madridista vio el cielo abierto y no echó la pelota fuera, sino a la red. Iker aplaudió con ironía el gol del Getafe y rechazó dar la mano a Parejo. De otra manera hubiera sido imposible que marcara el Getafe a un Madrid que, como era obligado, sí se mostró autoritario cuando fue preciso y, con su pegada arriba, no precisó desfondarse para dejar la segunda mitad en un absoluto trámite.
Se animó el Getafe en la segunda mitad, no sólo por sus cambios, sino también porque el Madrid le cedió el balón, decidió relajarse del todo y comenzó a jugar andando. Con un marcador así, no era plan de un esfuerzo mayor para un equipo acostumbrado a tomarse muchos momentos de respiro, a veces demasiados, ante rivales inferiores. Con los blancos paseándose, permitieron jugar al Getafe, pero por muy bien que juegue el equipo de Míchel, es necesaria la pólvora en ataque. Y el segundo de los locales no llegó hasta la recta final, cuando los blancos habían deambulando por el campo, con una actitud impresentable, durante más de media hora. El ritmo de los madridistas fue infame en esa segunda mitad en la que al Getafe le costó muchísimo tener profundidad y crear oportunidades, porque los blancos estuvieron muy serios atrás.
No se dieron por vencidos los getafenses, aunque su reacción llegó muy tarde, después de haber tirado toda la primera parte. El Madrid hizo lo contrario. Machacar al principio y descansar después. Dado que el Madrid apenas cruzó el medio campo en el último periodo y que el equipo estaba tan dormido, Guti no pudo destacar y Raúl apenas tuvo oportunidad de participar, como tampoco el canterano Mosquera, a quien Pellegrini por fin dio la oportunidad de debutar después de tantos partidos en el banquillo. Quien sí brilló ya con todo decidido fue Pedro León, que incluso en el tiempo añadido pudo marcar el tercero, evitado por una palomita de Casillas al final de una segunda parte en la que el Madrid volvió a aburrir y a ofrecer su imagen más pobre. De momento la diferencia de goles le vale para seguir en lo más alto.