El enigma Pipo
Jerez Actualizado: GuardarPipo sí, Pipo no. Debate absurdo, a priori. El futuro del Xerez está más cerca de Segunda División que de Primera. La realidad es dura, pero es lo que tiene, que es real y duele. Por eso hay que pensar en una próxima temporada marcada por desplazamientos a Elche, Girona, Tarragona o Vigo y hay que planificar. Pero cómo, o más bien, quién. Lussenhoff está a medio camino entre Argentina y Jerez. Bonano hace lo propio, aunque Barcelona quede más cerca que la Córdoba argentina. En cuanto a la cantera, por Jerez estuvo Broggi viendo partidos de las categorías inferiores. Igual a su vuelta en la pradera están ya colocadas las porterías dichosas.
En definitiva, que hay mucho que hacer, pero más limitaciones para llevarlo a cabo. La base está desprovista de materiales, y el primer equipo se maneja en la incertidumbre de lograr el milagro de la permanencia. La flauta en Chapín ya ha sonado dos veces seguidas, y una tercera se antoja casi imposible, la verdad. Ya sabemos que imposible en el fútbol hay pocas cosas, pero todo puede darse. Como que el entrenador que ha motivado, al parecer, a jugadores y afición no esté en Jerez la próxima temporada.
La realidad, querido lector, ya he dicho antes que es dura. Gorosito no tiene asegurado su futuro en el Xerez. Tal como suena. Las razones se me escapan, aunque no hay que darle muchas vueltas a la cabeza. Para empezar, Pipo tiene más confianza en un jugador transferible como Míchel que en la dupla sudamericana de los 100 millones de pesetas. Para continuar, Gorosito quiere una base para la próxima temporada y los nuevos dirigentes prometen el oro, pero por ahora no tienen ni el moro. Para concluir, Néstor quiere seriedad para construir su plantilla, y ahí, mejor no entrar, aunque los hechos hablen por sí solos.