El Xerez se aferra al milagro

El Xerez no quiere que lo entierren, no quiere vender fácil su muerte y, en el tramo final de la Liga, se está mostrando respondón. Está apurando sus últimas opciones de mantenerse en Primera División y al fin comienza a dejar detalles que dejan hueco para pensar en el milagro. Y es que los azulinos salvaron un punto en el descuento, como hace dos temporadas, dándole suspense y haciendo que el empate tuviera un tremendo sabor a victoria.

El derbi arrancaba cojo, marcado por las sanciones y especialmente por las lesiones en los dos equipos, pero las ausencias le sirvieron a Gorosito para tener argumentos y cambiar a un dibujo más defensivo. El argentino sacó su versión más conservadora y volvió al 4-3-3, retrasó a Víctor Sánchez para tapar el boquete del lateral e introdujo tres importantes novedades en la alineación inicial. El trivote de la medular la conformaban Keita, Álex Bergantiños y compensaba Viqueira. Pipo quiso darle una nueva oportunidad a Orellana, que partió de inicio desde el carril izquierda; el derecho era para Momo -a banda cambiada- y en punta, cómo no, repitió Mario Bermejo. Veinticuatro horas antes del encuentro, Gorosito se planteaba seriamente dar entrada a Borja en el lateral para no tener que realizar más cambios, pero en el último momento apareció el Gorosito comedido para dejar al chaval esperando su oportunidad en el banquillo. Por si no era suficiente, Renan, que había pasado una mala noche, tuvo que salir en el once inicial porque Chema sufrió un tirón en el muslo derecho que le dejó ko.

Jiménez también tuvo lo suyo, pues el sevillano se jugaba el cuello y lo hacía sin tres puntales de este Sevilla: Navas y Luis Fabiano se quedaron fuera de la convocatoria y Kanouté inició el encuentro desde el banquillo. Además, Perotti duró poco más de veinte minutos porque se rompió en una carrera y tuvo que dejar su hueco al joven José Carlos.

El resultado fue un Sevilla menor, pero que tuvo suficiente para acorralar en su campo al Xerez durante muchos minutos. Más que un problema, era el guión esperado ya que los azulinos tampoco estaban demasiado incómodos, pues Gorosito había ordenado a sus hombres de tal manera que cuando no tenían el balón se replegaban con un 4-5-1 que al Sevilla le costaba demasiado superar.

La posesión fue abrumadora a favor de los de Jiménez, pero a Nervión no le valía y comenzó a pitar a los suyos a la media hora de partido. La culpa, de una larga posesión, que fue de lo poco que hizo en ataque en la primera parte un Xerez que ofensivamente no existió.

Lo principal fue defender, y lo hicieron decentemente, pues lograron retrasar la primera ocasión de gol clara del Sevilla hasta el 43'. Adriano y Negredo se asociaron en el pico del área para que al punta le quedara franca a poco metros de portería. Su disparo se marchó alto.

En el inicio de la segunda parte no cambió el ritmo del partido: el Sevilla atacaba sin profundidad y el Xerez defendía con orden. Todo seguía igual hasta que se unió la clase de Adriano con el descontrol de Keita. El africano hizo un claro penalti al brasileño que Kanouté materializó con una 'paradinha' y un lanzamiento raso y centrado.

Con todo perdido, los azulinos quitaron el freno de mano y salieron poco a poco de la cueva, sin prisa, pero sin pausa y con mucho suspense. Keita quería desquitarse y aprovechó un saque de banda en el descuento para arreglar lo que había estropeado. La metió en el corazón del área y tras pegar en la nube de jugadores, quedó muerta para que Leandro la empujara al fondo de la portería y dejara espacio para soñar.

Sevilla: Palop, Dragutinovic, Fazio, Stankevicius, Fernando Navarro, Zokora (Kanouté, 44'), Romaric (Lolo, 67'), Renato, Adriano, Perotti (José Carlos, 23') y Negredo.

Xerez: Renan, Víctor Sánchez, Aythami, Leandro Gioda, Casado (Antoñito, 88'), Keita, Bergantiños (Míchel, 80'), Viqueira (Carlos Calvo, 67'), Orellana, Momo y Bermejo.

Goles: 1-0: Kanouté (62'); 1-1: Leandro (91').

Árbitro: Miguel Ángel Ayza Gámez (C. Valenciano). Mostró amarillas a Leandro Gioda y Casado.

Incidencias: Buena entrada en el Ramón Sánchez Pizjuán. La afición azulina estuvo representada por unos mil xerecistas.