Los consumidores españoles quieren productos a buenos precios, pero no «a toda costa»
Los ciudadanos de la UE "están cada vez más preocupados sobre las repercusiones de sus elecciones de compra en otros"
MADRIDActualizado:Cuando hacen la compra en grandes superficies comerciales, los consumidores españoles quieren "buenos precios, pero no a toda costa", según un estudio de ámbito europeo según el cual los ciudadanos de la UE "están cada vez más preocupados sobre las repercusiones de sus elecciones de compra en otros".
Organizaciones de consumidores de ocho países europeos -la OCU por España- han participado en la elaboración de este estudio financiado con fondos europeos e impulsado por la Consumers International (CI), la federación internacional de consumidores que representa a más de 220 grupos de 115 países.
Con él se persigue dar respuesta a la pregunta de si los supermercados europeos "están a la altura de su responsabilidad respecto de las condiciones laborales de los países en vías de desarrollo". El resultado varía según los países. En el caso de España, informa la OCU, los consumidores demandan a los distribuidores "que planteen unas prácticas comerciales ecuánimes y se preocupen de las repercusiones sociales de sus acciones".
Responsabilidad de los supermercados
Alcampo, Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés, Lidl, Eroski y Dia, que copan el 70% del mercado de la distribución de alimentos en España, son los siete supermercados en los que se ha comprobado cómo comercian con sus proveedores, especialmente para sus productos de marca propia originarios de países en vías de desarrollo.
La OCU considera que la responsabilidad de los supermercados "es más alta" en el caso de las marcas propias, ya que su capacidad para controlar toda la cadena de producción "es total". "Para no incurrir en abusos -insiste la organización- los hipermercados deben fijar condiciones razonables en sus contratos y establecer un sistema de control transparente".
Según la OCU, "ninguno está a la altura" de las expectativas, si bien "algunos muestran ejemplos de buenas prácticas". Alcampo, destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "recibe la nota más alta", seguido de cerca por Carrefour y Mercadona. Los consumidores, recalca, "tienen mucho que decir en este aspecto" ya que su "presión puede hacer cambiar ciertas actitudes" de las empresas, de ahí que les anime a "solicitar en el supermercado información sobre sus políticas de responsabilidad social".
Comercio justo
Además, propone pedir que se aumente en sus estanterías el surtido de productos con la etiqueta de comercio justo, "pues representan un mayor valor añadido para los pequeños productores y una garantía para los consumidores".
Otra exigencia a los supermercados que la organización recomienda hacer a los consumidores es que garanticen "el cumplimiento de los derechos humanos y unas condiciones comerciales justas para sus proveedores". El estudio pone de manifiesto que, a diferencia de lo que ocurre en Francia, Bélgica o Dinamarca, en España, Portugal, Polonia y Grecia el "nivel de conciencia" sobre el comercio justo es "todavía bajo".
"Los consumidores -concluye el estudio- esperan que los supermercados implanten las políticas correctas que aseguren, como mínimo, que sus prácticas de compra no vulneran los derechos humanos básicos, que sus acciones se evalúan en forma independiente y que luego proporcionen información clara y accesible sobre lo que están haciendo".
OCU anima a "todas las compañías" que operan en España a implantar "medidas que aseguren unas buenas condiciones laborales a lo largo de su cadena de suministro y que garanticen un salario suficiente para vivir en condiciones dignas".
Tras alertar sobre la necesidad de implantar "contratos comerciales equilibrados más allá de los códigos éticos", la OCU pide al Gobierno una legislación que garantice el "derecho a saber" de los consumidores, para que "las compañías estén obligadas a hacer pública la información sobre sus condiciones de producción".