Cercan un barrio de Chiclana para dar caza a un peligroso atracador de bancos

Sabía que lo estaban buscando y optó por refugiarse en su casa, creyendo que quizás no habría sido identificado. Y hasta el último momento le puso las cosas muy complicadas a la Guardia Civil y la Policía Nacional que, de forma conjunta, trataban de esclarecer la autoría de tres atracos a bancos que llevaban el mismo sello. Ayer pudieron darle caza, pero necesitaron un dispositivo especial para cercar la calle donde residía José M. G en Huerta del Rosario. El arresto se produjo, pero los agentes de la UPR de la Comisaría Provincial, encargados del cerco, no se libraron del lanzamiento de botellas y otros objetos por parte de los vecinos. Eso sí, hubo quien también aplaudió la intervención policial, ya que el sospechoso no le precede la buena fama precisamente.

Este individuo de 44 años se le vincula con tres atracos ocurridos entre el 23 de febrero y el 4 de marzo. El primero sucedió en una sucursal de Unicaja de Algeciras de la que se llevó supuestamente 1.500 euros. Dos días después repitió jugada, aunque con peor botín, en una oficina de la CAM de El Puerto. Lo sustraído fueron 600 euros. Y por último, el tercer robo que le imputan ocurrió en la pedanía jerezana de Guadalcacín el 4 de marzo. Esa vez fue una sucursal de La Caixa de la que logró llevarse unos 1.600 euros.

En los tres atracos puso en práctica la misma forma de proceder: accedía con la cara tapada y esgrimiendo un arma. Tan sólo empleaba unos cuantos minutos; tiempo suficiente para robar el dinero que tiene la ventanilla a mano. Optaba por horas tempranas, cuando las sucursales tienen poco público y como ocurriera con la detención del 'clan de los Carmona', los testigos y las grabaciones de las cámaras de seguridad han sido las pistas que han seguido los investigadores de la Benemérita y de la UDEV de Cádiz.

Hallazgo de pruebas

Además de la detención de este supuesto atracador, los agentes registraron la vivienda del sospechoso y en ella hallaron el arma que habría utilizado en los robos. A simple vista, según fuentes consultadas por este periódico, era imposible saber que se trataba de una pistola de aire comprimido. También encontraron las ropas que vistió en los tres atracos y que coinciden con las prendas que aparecen en los fotogramas de los vídeos que obran en las diligencias.

José M. G. fue sacado de su casa, donde llevaba más de dos semanas escondido, rodeado de un fuerte dispositivo policial, y conducido a la Comisaría de El Puerto donde previsiblemente esté hasta mañana, cuando sea puesto a disposición judicial.