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ETA defiende «pasos para un cambio político» sin abandonar la armas
La banda acusa al ministro Pérez Rubalcaba de «vender la fantasía de la salida policial» y de desarrollar «una ofensiva represiva sin límites»
BILBAO. Actualizado: GuardarLa organización terrorista ETA anunció ayer su disposición a dar «los pasos necesarios» que posibiliten el «cambio político» en Euskadi pero eludió anunciar el abandono de las armas y renovó su apuesta por mantener «la lucha» hasta que su objetivo político sea una realidad. En un comunicado publicado por el diario GARA, ETA hizo un llamamiento a la movilización y al cierre de filas en torno a la lucha y acusó al ministro Pérez Rubalcaba de «vender la fantasía de la salida policial» cuando sabe que la solución al conflicto vasco vendrá del reconocimiento del derecho de sus ciudadanos a decidir su futuro «sin límites ni injerencias».
En un texto dirigido a la ciudadanía vasca, ETA analizó la situación política de Euskal Herria en los últimos tiempos que no incluyó referencia alguna al asesinato de un gendarme francés y sí una declaración con siete puntos en los que mostró su «disposición total a dar los pasos que sean necesarios» para alcanzar «el cambio político» en Euskadi.
«Nueva dinámica»
La declaración muestra el «respeto» a aquellos agentes que, en los últimos meses, están intentado poner en marcha «una nueva dinámica a favor de Euskal Herria» en un contexto «marcado por la dura situación represiva» y por la «presión político-mediática». Consciente del creciente hartazgo de la lucha armada en amplios sectores de la izquierda abertzale, ETA hace un llamamientos a los vascos para que en la medida de sus posibilidades «luchen a favor de Euskal Herria» desde la convicción de que la «activación social es la principal garantía para avanzar».
Tras reiterar su «voluntad para resolver el conflicto», ETA indica que su deseo y su tarea consisten en «alcanzar una formulación consensuada» para que la ciudadanía vasca «pueda decidir su futuro sin ningún tipo de límites ni injerencias» y «construir sobre bases sólidas» un «proceso democrático» que conlleve «las garantías» para que se pueda llevar a cabo ese proceso de decisión.
En el texto, ETA denuncia el «ataque generalizado e intenso» que el gobierno español ha desencadenado contra Euskal Herria desde que, acusa, hizo fracasar el último proceso de paz.
La banda responsabiliza al ejecutivo Zapatero de «haber cerrado la puerta a la oportunidad para una solución democrática» y «haber optado por extender a todos los ámbitos la negación» y por «desarrollar una ofensiva represiva sin límites». ETA afirma que en Euskadi «se ha impuesto el estado de excepción» como lo demostraría la ilegalización de organizaciones políticas, la detención de militantes, los «constantes recortes de derechos civiles y políticos», el endurecimiento «de la crueldad» sobre los presos terroristas, los «secuestros» de ciudadanos y los «interrogatorios clandestinos».
Ataques al ministro
Al frente de esta estrategia sitúa al ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien acusa de intentar «condicionar» la actividad de la izquierda abertzale y «vender la fantasía de la salida policial» pese a que «sabe muy bien que hoy, como ayer, la única vía que garantiza el final de la resistencia vasca es el reconocimiento de los derechos de Euskal Herria».
Como respuesta a la interpelación «votos o bombas» formulada por Rubalcaba, ETA responde que «votos» como método democrático «para que los ciudadanos vascos, sin límites y sin injerencias, y siendo materializables todos los proyectos, decidamos nuestro futuro. Dar la palabra al pueblo». «Esa es precisamente la opción que niega el gobierno español a Euskal Herria que es la base del conflicto» insiste ETA que invita a los vascos a luchar para «superar» ese tope.
El comunicado de ETA provocó el cierre de filas de Gobierno y partidos democráticos vascos. El lehendakari Patxi López destacó que «mientras unos (ETA) siguen su camino a ninguna parte, el Gobierno vasco trabaja por el futuro de Euskadi. El portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda,consideró «palabrería infumable» el texto etarra y señaló que «el verdadero comunicado lo escribió hace unos días la banda en las afueras de París con el asesinato de un gendarme».