Hablarse
Actualizado: GuardarLos entrenadores de furbo que son gente que crea opinión en la sociedad del siglo XXI señalan que para que funcione una defensa sus integrantes tienen que hablarse y que si su Raúl López dice tospalante pues él, y el resto de sus compañeros, en menos que se fríe una puntillita, tienen que estar casi en el área rival dispuestos a rematar de cabeza o hasta de oreja si hace falta.
Pues a las diversas entidades e instituciones que organizan lo del 12 les pasa igual que a la defensa del Cádiz que no se hablan y así les va, a una le meten los goles hasta con la excavadora que está tirando la Tribuna del Carranza y lo del Bicentenario pues va de parte posterior del cuerpo humano a la altura del coxis. Esa especie de Piojito del siglo XIX que han montado en San Antonio estaba repleto de chiringuitos que no vendían, precisamente, lo que podemos llamar delicadezas gastronómicas y las vajillas pues ahí estaban: laterio variado y gaseoso y vasos de plástico...en fin lo habitual del Cádiz del XIX. Dicen que al contrario de lo que se cree en el Cádiz de las Cortes no se gritaba Viva la Pepa sino Coca Cola es así.
No me parece mal, cada uno que venda lo que le parezca, siempre que no esté porio, y que cada cual compre lo que quiera.
Pero lo que realmente llama la atención es que en este recinto que pretende emular el Cádiz del XIX no se cuente con el trabajo que están haciendo, y bien serio por cierto, la hostelería de la Bahía para recuperar, y no en plan Piojito precisamente, recetas de aquella época.
Estos hosteleros han realizado inclusco cursos para formarse y a los expertos incluso les ha llamado la atención la calidad de los platos que se están sirviendo, por segundo año consecutivo en la Senda de las Maritatas.
No hubiera sido mucho más lógico que en vez de vender salchichas se hubiera apostado por invitar a los asistentes al Piojito deciochesco a que probaran las exquisiteces que están realizando los hosteleros de la ciudad, ya no digo de la Bahía, que eso es un sueño, sino tan sólo de la ciudad. Es que además, no sólo no se les facilita hacer negocio, sino que se les quita poniendo chiringuitos en las calles. No hubiera sido lo lógico trabajar juntos, siendo además ambas actividades claramente complementarias. No sería más lógico, con dinero público, impulsar el trabajo serio de hosteleros que están recuperando la gastronomía del XIX, que poner 4 chiringuitos.
No sé de quién será la culpa, de qué administración, ni de qué colectivo. Lo que da la impresión es que aquí cada uno va a lo suyo y no se unen esfuerzos. Cómo en el furbo hay que hablarse, coordinarse y funcionar como equipo, de lo contrario hay que prepararse para una gran goleada...en contra.