Conexión ETA-FARC (II)
Actualizado:Continuando con la exposición que iniciamos la semana pasada, debemos hoy entrar más en materia acerca de la colaboración real entre la ETA y las FARC. Según el auto del magistrado, tras el año 1999, comenzaron de forma fluida las actividades conjuntas ETA-FARC. Ese año, ETA desarrolló el mortero Jotake-Handia -una versión mejorada- en Cuba, otra tierra de libertades que aparece como protagonista en este asunto, y lo probó, tiempo después, en Venezuela. Y es que de ese año, 1999, es la carta que envió el etarra José Ignacio Echarte Urbieta -que se encontraba deportado en Cuba- pidiendo permiso a la dirección de la banda terrorista para probar el «asunto gabardina», el nuevo modelo de mortero para granadas Jotake que permitió lanzar las granadas mucho más potentes y mucho más lejos (de hasta 40 kilos a casi 600 metros), en el país que preside Hugo Chávez. El primer atentado con este mortero fue el 18 de octubre de 2003 contra el cuartel del ejército en Aizoain (Navarra).
En 2002, la colaboración llegaba a tanto que ETA ya había instruido a las FARC en la fabricación de coches-bomba. Ese año, Colombia encontró en manos de los narco-terroristas material muy similar al utilizado por ETA en España, específicamente, dos coches-bombas preparados de la forma en que normalmente los monta la banda terrorista, varios mandos a distancia para activar los coches-bomba como los que solía utilizar ETA (marca Kenwood TH22) y lo que el Gobierno colombiano denominó como «cilindros-bombas», y que no era otra cosa que los habituales morteros para lanzar granadas Jotake de ETA.
Pero sin duda uno de los años mas decisivos sería el de 2003. En él podemos decir sin temor a errores que la selva venezolana se convirtió ya en el gran santuario de ETA y FARC. Entre el 14 de julio y el 12 de agosto de ese año, cuatro terroristas de ETA recibieron en Venezuela un cursillo de adiestramiento militar. Pero esto, y lo que viene después ya lo contaremos en otro capítulo.