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ARTE

Cóctel de formas y color

El Castillo de Santa Catalina estrena tres nuevas muestras de escultura y pinturaPiezas geométricas de Carbajal, pintura naïf brasileña y los murales de Bontempo llenan el espacio municipal

ANA LEÑADOR | alenador@lavozdigital.es |
CÁDIZ.Actualizado:

A medida que el espectador se acerca a la fortificación, la explosión de formas y colores se hace evidente. Los transeúntes se asombran ante los insólitos obstáculos que se encuentran en su camino. Piezas geométricas que rozan lo inverosímil se disponen a lo largo del Paseo de la Caleta. Tradición y modernidad. El tan evocado binomio. Un niño juega al escondite entre los recovecos de una monumental figura a modo de tirabuzón. Se esconde, asoma su cara sonriente. Su madre, cómplice, hace como si no le encontrara. Y de repente... ¡Susto!

Las esculturas de Enrique Carbajal, uno de los artistas mexicanos de mayor proyección internacional, encajan a la perfección en el pintoresco paisaje: parejas que inician el cortejo, oficinistas que salen del trabajo, pequeños que siguen a sus padres de camino a casa al salir del colegio, perros callejeros en busca de algo que llevarse a la boca, los incondicionales de la cervecita previa al almuerzo... Junto al mar, la brisa recorre las innumerables aristas de estas enormes piezas de hierro bañadas con un esmalte acrílico. Los colores, chillones, brillan ante el sol intempestivo que anuncia que la primavera está cerca.

Cubos, conos, pirámides y prismas se multiplican en infinitas posibilidades bajo una ecuación de común denominador: la belleza de la armonía. La sublimación de la geometría. 'La matemática sensible de Sebastián' posee las respuestas a las incógnitas.

El reguero de esculturas conduce al observador hasta el corazón del castillo. En el patio central, más creaciones del autor de Chihuahua (México). Dentro de la sala alta de San Nicolás el impacto es sorprendente. Decenas de obras de pequeño y mediano formato se reparten por la sala. En las paredes, algunas frases entrecomilladas acercan al visitante las claves del proceso creativo de Sebastián, el seudónimo que utiliza el Enrique Carbajal-creador. «Cuando se ve como una razón geométrica, matemática y sacra -porque la geometría es sagrada y divina- no tiene nada de frialdad, al contrario, llega a ser sublime». Y es que, según Carbajal, el nombre de la exposición responde a la reivindicación de una concepción distinta de la disciplina matemática. «Se la considera fría e insensible, pero no lo es», sentencia.

Con motivo de la Semana de México, que comparte programa con el Bicentenario, el artista recorrió ayer los distintos espacios de la ciudad donde se ubican sus obras: el Paseo Marítimo, el espacio Entre Catedrales del Campo del Sur y los ya citados, el Paseo de La Caleta y Santa Catalina.

Las monumentales piezas de Carbajal han viajado por todo el globo, algunas de las cuales se han convertido en auténticos iconos como La Puerta de Chihuahua. Otras se han visto ya en Japón, EE UU y toda sudamérica: Argentina, Brasil, Uruguay... Entre sus próximos proyectos está la construcción de una «evocación de un águila monumental en Ciudad Victoria», capital del estado mexicano de Tamaulipas. También ha recibido un encargo para Veracruz, una cruz que mezcla simbología cristina e indígena. Aunque confiesa que le resulta difícil explicar el proceso creativo, reconoce que todas las culturas han creado obras de gran tamaño, para señalar algún lugar importante o para no perderse.

Naïf versus oscuridad

Otra de las muestras que se inauguraron ayer entre las murallas del castillo está dedicada a la pintura brasileña de corte naïf, que refleja escenas festivas y cotidianas llenas de ternura e ingenuidad. Los lienzos coloristas están firmados por Carvalho, Peloggia, Pires y Tavares, cuatro artistas que resumen las características de este movimiento.

La última propuesta, dentro de 'La capilla tiene arte', responde a una estética diferente. 'Exorcismo', de Marcos Bontempo, apadrinado por Viva La Pepa, persigue «representar el infierno en la tierra, expulsar el mal en busca de la liberación». Dos murales de gran formato y una escultura demoníaca presiden el altar. «Todos tenemos un lado oscuro», asegura el autor.