El PP quiere forzar que el Congreso secunde una dura condena a Cuba

El PP aspira a lograr del Congreso la contundencia que echa en falta del Gobierno a la hora de condenar la «violación» de derechos humanos en Cuba. El grupo popular presentó ayer una proposición no de ley para que la cámara baja inste al Ejecutivo a exigir a los mandatarios cubanos la «inmediata e incondicional liberación» de todos los presos de conciencia y que mantenga la 'Posición Común' de la Unión Europea frente a la isla. Además, reclaman una condena de la «evitable y cruel muerte» del activista Orlando Zapata a la vez que expresar la «solidaridad y condolencia» a la familia de este disidente que pasó 85 días en huelga de hambre.

Mariano Rajoy busca forzar una política más rotunda de José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusan de ser muy condescendiente con la situación que se vive en Cuba, uno de los terrenos más difíciles para la política exterior española. Por ello, la propuesta popular añade la necesidad de potenciar un diálogo estructurado con la sociedad civil cubana y aquellos sectores que apoyan una transición pacífica a la democracia pluripartidista en la isla.

Esta negociación se debería ceñir, explica el PP, al marco de la 'Posición Común' de la Unión Europea sobre Cuba. Un criterio que Zapatero no comparte pues desea revisar la estrategia que fijaron 'los 27' en 1996 a instancia del Gobierno de José María Aznar y que supuso un endurecimiento de las condiciones para normalizar las relaciones con el régimen castrista.

La iniciativa que debatirá el Parlamento incluirá la pretensión del partido opositor para que España abra las puertas de su embajada en La Habana a la disidencia. Zapatero también debería lograr, según los populares, el compromiso de Raúl Castro para que Cruz Roja Internacional y organismos de la ONU visiten las cárceles donde están los «presos de conciencia» y verifiquen que las condiciones en las que se encuentran

El PP pisa sobre mojado, porque la Eurocámara aprobó el pasado 11 de marzo, con una amplísima mayoría -509 votos a favor, 30 en contra y 14 abstenciones- una resolución pactada entre todos los grupos, a excepción de la Izquierda Unitaria Europea.