Un defensor de la independencia

Juan Ramón Quintás ha sobrepasado los 65 años. Principal dirigente de las Cajas de Ahorro desde 2002, renunció a un nuevo mandato porque, según dijo, «había sacrificado el disfrute de la infancia de sus hijos, y no estaba dispuesto a perderse el de sus nietos». Pero el hasta ahora presidente de la Confederación (CECA) empezó a quemar sus naves meses atrás. Fue un lúcido analista en el arranque de la crisis financiera internacional, y comedido en sus manifestaciones hasta que una serie de acontecimientos precipitaron unas opiniones que levantaron ampollas en el ámbito financiero y en el político.

Hace un año, el presidente de CECA se rebeló contra las vicisitudes de Caja Madrid, y calificó de «esperpento» y del «intervencionismo más descarado» las acciones emprendidas por la Comunidad de Madrid, liderada por Esperanza Aguirre, para imponer a su candidato al frente de la entidad de crédito. Quintás sufrió entonces duras críticas por parte de los dirigentes madrileños, que consideraron sus manifestaciones «bochornosas» y le acusaron de hacer frente común con Miguel Blesa, entonces presidente de la entidad.

El sobresalto fue mayor, y su repercusión aún más amplia cuando, en el otoño de 2009, Juan Ramón Quintás propuso un adelanto de las elecciones. «Si las fuerzas políticas y los agentes sociales no alcanzan un acuerdo para salir de la crisis sería conveniente anticipar los comicios», dijo, y argumentó que «situaciones extraordinarias requieren remedios extraordinarios».

En los últimos tiempos, este gallego, doctor en Ciencias Económicas, se ha volcado en una mejora de la imagen de las cajas de ahorros, y en la defensa de su independencia. Consiguió que el consejo de la Confederación se pronunciara de forma explícita contra la injerencia de los políticos y emprendió una campaña, finalmente frustrada, para que el Gobierno sacara adelante los necesarios cambios en la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (LORCA).

Quintás nació en 1943 en La Coruña y tuvo un breve paso por la política como diputado de UCD. Pero en 1984 emprendió una trayectoria profesional en las cajas de ahorro que transcurrió, desde el puesto de director adjunto en Caixa Galicia, hasta el desempeño de ese mismo cargo en la Confederación. Rompió los esquemas, dado que fue el primer presidente de CECA que no había pasado previamente por la presidencia de una caja de ahorros.