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Los faenadores ya han dispuesto los calamentos de sus redes y sus anclas en alta mar. :: LA VOZ
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Tensa espera de los almadraberos

Las almadrabas inician el calado de las redes con la incertidumbre ante la posible prohibición del comercio del atún rojo que se decidirá en Qatar

JESÚS M. ARAGÓN
CÁDIZ.Actualizado:

Ni las lluvias de las últimas semanas ni el fuerte levante que sopla desde hace unos días están suponiendo un retraso en los planes de las almadrabas gaditanas, que han comenzado el calamento de sus redes y anclas en alta mar y que, si todo prosigue como está previsto, estarán listas para capturar los primeros atunes a finales del próximo mes de abril.

Pese a esta aparente calma, los almadraberos permanecen muy atentos y preocupados por lo que pueda decidirse en la reunión de Cites. Esta asamblea, que se celebra en Qatar estos días, tiene en sus manos el futuro de la pesquería. El presidente de la Organización de Productores, Diego Crespo, reconocía ayer la desazón que vive el sector. «Sería un auténtico desastre para nosotros que el atún rojo entrara en Cites», asegura.

En ese contexto está previsto mañana jueves que comience a hablarse en este foro internacional del atún rojo. Como punto número 52 del orden del día, los 175 países que componen Cites deberán votar antes del día 25 si se prohíbe finalmente su comercio internacional.

En principio caben tres posibilidades. La primera y mayoritaria es el sí a la prohibición del comercio de este túnido, defendido por Estados Unidos, y que cuenta sin embargo con la oposición frontal de Japón y de China, cuyo Gobierno ha anunciado que respaldará a su competidor asiático.

La tercera postura, la más favorable para las almadrabas gaditanas, es la que defiende la UE. Los 27 abogan por la inclusión del atún rojo en el anexo I de este organismo, pero con carácter diferido a partir de 2011, es decir, con la premisa de que sean los trabajos e informes científicos de la reunión de la Comisión de conservación del Atún Atlántico, los que decida las medidas a aplicar para la especie a partir del mes de noviembre de este 2010. Esta postura, que incluye modificar el reglamento del atún y dar ventajas a las flotas artesanales para que éstas puedan pescarlo y venderlo en mercados intra-comunitarios si finalmente la especie entra en Cites, «es la que menos nos disgusta», explican desde las almadrabas. El sector sabe que los próximos días serán claves y espera que las deliberaciones, que presumiblemente no se conocerán hasta el último momento, tengan en cuenta el estado del recurso pero sobre todo el futuro económico de un negocio que da empleo a más de 2.300 personas.

De momento, desde su inicio el pasado sábado, en Cites es tónica general una gran disparidad de intereses y criterios, y un amplio espectro de negociaciones a dos bandas e intercambio de intereses 'en pasillos', que podrían tener mucho que ver con la resolución que finalmente se adopte.