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Federico Pérez Peralta y González Cabaña, en un momento del congreso provincial del pasado 6 de marzo en Cádiz. :: MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

«Cabaña ha hecho un papelón»

La cita convocada para apaciguar el PSOE provincial llega precedida de crecientes críticas internasLa dirección provincial descarta que hoy se cubra el hueco que el protagonista de la polémica dejó en la ejecutiva regional

JOSÉ LANDI | landi@lavozdigital.es
| CÁDIZ.Actualizado:

El Congreso Regional Extraordinario que el PSOE andaluz vivió el pasado fin de semana tendrá una prórroga inesperada e indeseada. Esta postdata presenta, a mínima escala, los mismos condicionantes que la gran cita que consagró a Griñán. Unos esperan que sea el final de algo (el episodio de la renuncia de Cabaña que ha desagradado a todos, con el protagonista al frente) y los demás confían en que sea el principio de otra cosa (un cambio generacional que llegue también a la provincia).

Ninguna de las dos cosas sucederá hoy. Como mucho, las aguas empezarán a volver a su cauce. En el más inesperado de los casos, algunos marcarán posiciones para un relevo progresivo, a medio plazo. Nada más. Ni decisiones, ni declaraciones.

La reunión de la ejecutiva provincial y los secretarios generales de agrupaciones locales prevista para hoy, a las 17 horas en la sede socialista de Gaspar del Pino, ni siquiera aclarará el nombre del militante gaditano que ocupará la secretaría regional de Política Institucional. La renuncia de González Cabaña a ese puesto (y a dejar todos sus cargos a Cádiz) fue el origen de la crisis que viven los socialistas de la provincia gaditana. Hoy se cerrará (quizás en falso) ese episodio con una llamada a estrechar filas y al respaldo al presidente de la Diputación. Sin más.

Ni siquiera habrá comparecencias públicas de los participantes. Un mensaje oficial y se acabó. Que nadie saque los pies del tiesto, que ya han salido bastantes en las últimas 96 horas.

Toca reposo. El propio protagonista, González Cabaña, asume el encuentro de hoy como un punto y aparte. Incluso, se alejará de los micrófonos y las reuniones, desconectará varios días, se refugiará en las fiestas de su pueblo, agotado, hasta el próximo martes 23, cuando se reúna, ya formalmente, la ejecutiva provincial.

El secretario general gaditano reivindicará hoy una década de gestión, con réditos electorales de difícil discusión, y resaltará la inoportunidad de hacer públicos debates internos a un año de unas elecciones municipales que pintan bastos (del tamaño de postes eléctricos) para los socialistas en muchas localidades, empezando por Cádiz.

Algunos nuevos líderes de municipios muy señalados, como Fernando López Gil, en San Fernando, compartían ayer ese mensaje pacificador. «No es el momento, ni hay motivo, ni existe el clima para hablar de crisis, ni de gestoras, ni de dimisiones. Yo no percibo ese ambiente de división y crítica interna que se transmite. No es tal. Toca pasar página y trabajar con los problemas de la gente que son muchos».

Respecto a la polémica alrededor de González Cabaña en el pasado congreso regional, tiene una teoría deportiva: «Los congresos son como los partidos de fútbol: largos y difíciles. Lo que pasa dentro, se debe quedar dentro. A la gente no les interesan nuestros problemas. Les interesan los suyos».

La interpretación del futuro candidato a gobernar en La Isla es compartida por los alcaldes de Chiclana, Alcalá de los Gazules, Sanlúcar o Jerez, y por una decena de miembros de la ejecutiva provincial. Pilar Sánchez renovó su vaticinio: «Hablaré cuando llegue el momento». Todos rehusaron ayer hacer declaraciones porque «no es momento de airear diferencias», que algunos, además, niegan. «Lo que tengamos que decirnos, en privado y a la cara», aclaran todos como si se hubieran puesto de acuerdo.

Arrecian las discrepancias

Pero esas actitudes, prudentes o temerosas, coexisten con una crítica creciente. Lejos de los cargos institucionales más reconocibles y de los miembros de la dirección provincial, las censuras a la actitud de González Cabaña se calientan sin cesar y vaticinan un complejo debate interno. Francisco Blanco, un histórico militante, es de los que se atreve a hablar con nombre. Sus palabras resumen sensaciones extendidas, aunque no generalizadas: «En la reunión convocada por Cabaña desearía que hubiera generosidad con el proyecto de Griñán, pero lo que espero es un enroque. Ha hecho un papelón en el congreso regional. Los actores secundarios nunca deben usurpar el protagonismo del líder legítimo», asegura.

Blanco cree que «el relevo generacional ya se ha producido en Madrid. Ahora, en Sevilla y, más tarde o más temprano, habrá un traslación a la provincia. No te puedes enfrentar a una marea, porque te inunda. Ojalá esa transición fuera serena en Cádiz, pero hay quien está obstaculizando los cambios que propugna Pepe Griñán».

El gaditano Paco Piniella fue miembro de la delegación provincial en el congreso del pasado fin de semana. Con otro tono, coincide en el mensaje de Blanco: «Los andaluces han demandado un cambio a los socialistas, porque quieren que sigamos gestionando el cambio en Andalucía. Griñán ha entendido muy bien esta llamada, hace falta que la renovación llegue también en Cádiz, donde el electorado nos ha dado la espalda. El mensaje debe ser el cambio de actitudes, donde primen los intereses del partido sobre los de los militantes y cargos públicos».

Piniella reclama, sobre todo, otras formas: «Ya los ciudadanos demandan una organización más transparente y donde la política no sea un lugar para perpetuarse profesionalmente y para obtener prebendas, sino para el servicio público. Y creo, además, que hemos fracasado en Cádiz a la hora de transmitir ese particular mensaje».

Por último, lanza el pronóstico que la mayoría de los los socialistas gaditanos temen: «Si no cambiamos nosotros serán las urnas las que nos cambien».