Efectos navales
Actualizado:Durante muchos años, uno de los negocios que más proliferaron en la ciudad fue el de los 'efectos navales'. Esto se debió sin duda a la gran cantidad de trabajos, tanto de los Astilleros de la Bahía como de los muelles -ya fueran los de la carga blanca como los pesqueros-.
Estos negocios, -muy bien surtidos, por cierto- estaban muy cercanos unos de otros. destacaban por lo ordenados que tenían los artículos y la limpieza de sus locales.
Vamos a recordar algunos de ellos y su correspondiente ubicación en la ciudad. En la avenida Ramón de Carranza existían tres. El primero de ellos, Suministros Navales, en el número 23; el de la familia Brome, en el 24; y La Industrial Bilbaína, en la calle Cristóbal Colón, 1, esquina a la avenida Ramón de Carranza.
Los efectos navales Garrido estaban situados en el número 3 de la calle Plocia, era de Rafael Garrido Parodi, un gaditano de pura cepa muy allegado a las cosas de su tierra.
Quién no recuerda, en el típico barrio de Santa María, en el Compás de Santo Domingo, Paulino Freire. Sus propietarios, familia gallega originaria de Vigo. Independientemente de los efectos navales de siempre estuvieron muy ligados a la pesca, como así mismo a los astilleros de Vigo.
De los últimos en llegar fue Miguel Maristany, también gallegos, y que se establecieron en la Cuesta de las Calesas y más tarde en la avenida Cayetano del Toro. En el edificio del Trocadero, en la avda. del Puerto se instaló el Establecimiento Molinero. Indiscutiblemente con el declive de los astilleros se produjo la decadencia de la flota pesquera. Algunos de ellos tuvieron sucursales en localidades costeras de la provincia.