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Comienzan las obras de dragado desde tierra del puerto de Conil para prevenir los efectos de posibles riadas

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La Junta de Andalucía anunció hoy que, tras la declaración de emergencia pro parte de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, ya han dado comienzo los trabajos para el dragado del puerto de Conil de la Frontera con el objetivo de prevenir los efectos de posibles riadas, despejando el cauce del río Roche ante las lluvias que se anuncian para el próximo fin de semana.

Según explicó la Junta en un comunicado, se ha comenzado la retirada de arena con una retroexcavadora de brazo largo desde tierra. Tiene 17 metros de longitud y, concretamente, ha comenzado a retirar materiales entre la desembocadura del río Roche y los pantalanes del Club Náutico, a fin de "despejar el cauce y evitar la acumulación de sedimentos en caso de nuevas creídas del río". Los materiales extraídos se trasladarán a un vertedero mediante camiones.

La Consejería de Obras Públicas y Transportes detalló que se trata de una medida "provisional" que se acomete aprovechando que la marea permitirá realizar esta actuación desde tierra hasta el próximo jueves 18.

Posteriormente, se incorporará a estos trabajos un barco-draga que retirará los materiales acumulados en el fondo marino, especialmente junto al dique y contradique. En principio, el objetivo es restituir el calado original de la bocana, de unos 4 metros de profundidad, y retirar los sedimentos depositados por el río Roche tanto en la dársena pesquera como en los atraques deportivos gestionados por el Club Náutico de la localidad.

Aún se desconoce el volumen de materiales a extraer, así como la cifra de inversión pública necesaria para ello, datos que se estimarán en los próximos días, concretó la Administración autonómica.

Finalmente, recordó que como consecuencia de las últimas lluvias caídas en la provincia de Cádiz, el río Roque, que desemboca en el propio puerto de Conil, provocó una riada depositando gran cantidad de sedimento en las dársenas portuarias, principalmente arena y árboles arrastrados por la fuerza de la corriente. Asimismo, los fuertes temporales de este invierno provocaron que dos lenguas de arena se acumularan junto al dique y contradique del puerto, dificultando la navegación tanto de la flota pesquera como de la de recreo.