¿Cuánto queréis a vuestro jefe?

«Pude cometer un error, pero me siguen queriendo. Mi gente de Cádiz y la dirección regional». Esa declaración de Francisco González Cabaña, ayer en el antiguo Palacio de la Aduana, tendrá refrendo de forma inmediata.

Mañana, la reunión urgente de la ejecutiva provincial y de los secretarios generales de agrupaciones locales servirá para medir exactamente el tamaño de ese cariño tras el desplante a Griñán. Aunque las voces discrepantes dentro de la dirección provincial son escasas, el incidente -que los menos 'pizarristas' y 'cabañistas' interpretan como un afán de aferrarse a los cargos- parece haberlas reforzado.

El portavoz municipal de los socialistas en la capital gaditana, Rafael Román, ya se mostró contrario a la actitud de González Cabaña en el congreso provincial que antecedió a la cita en el Palacio de Congresos de Sevilla. Lanzó algún dardo justo el viernes 12, cuando arrancaba la cita hispalense, antes de la 'espantá'.

También se esperan críticas del joven y pujante grupo de representantes del PSOE de San Fernando, dolido por la falta de apoyo de Cabaña para atacar al débil bipartito PA-PP. De la alcaldesa de Jerez y su círculo cercano, el presidente de Diputación puede esperar poco apoyo. Están abiertamente enfrentados hace 18 meses. Pilar Sánchez, interrogada ayer sobre la polémica, aseguró: «Haré valoraciones cuando llegue el momento». Parece que será este encuentro.

Desde la Sierra, La Janda y el Campo de Gibraltar también han llegado mensajes con reproches en las últimas 48 horas (con los que las operadoras de telefonía han hecho su agosto gracias a mensajes cruzados de militantes).

Del veterano ex consejero José Luis Blanco, su hermano Francisco y de otro dirigente con galones, Juan Cornejo, entre otros, cabe esperar debate, puesto que forman parte, supuestamente, de los más fervientes partidarios de la renovación 'griñanista' que Cabaña ha obstaculizado en la provincia.

El sustituto

En el encuentro de mañana, también resultará crucial la discusión interna para proponer al nuevo secretario de Política Institucional en la ejecutiva regional del PSOE. Ese puesto en la dirección autonómica, el que Cabaña dejó vacante con su polémico portazo, será para un «representante gaditano». Aunque el propio presidente de la Junta rehusó confirmarlo, su nuevo número dos orgánico, Rafael Velasco, deja entrever que está reservado. Falta por conocer la influencia que Luis Pizarro conserva entre la militancia provincial. Su poder ha sido omnímodo, incontestable, durante casi dos décadas.

Tras distanciarse de la controvertida decisión de González Cabaña pese a negociar con él durante horas a los ojos de todos en Sevilla, parece que ha entendido su decisión y que, de nuevo, le respalda de forma inquebrantable. Esa actitud tiene su importancia, su valor histórico, pero hay un elemento nuevo.

Por primera vez en décadas, Pizarro no tiene un cargo orgánico que respalde sus mensajes: ¿valdrá igual su palabra entre los socialistas gaditanos?