La lucha entre dos pichichis, entre dos modelos
Messi e Higuaín, trigoleadores de la jornada, simbolizan la pugna entre el estilo definido del Barça y los vaivenes del Real Madrid
MADRID.Actualizado:Tienen sólo 22 años, pueden salvarle el Mundial a Maradona, pugnan por el 'pichichi' y simbolizan la encarnizada batalla por el título de Liga entre Barcelona y Real Madrid. Pero, sobre todo, Messi e Higuaín representan dos modelos de fútbol ganadores pero distantes. Con aciertos y errores, los azulgrana son reconocibles y vistosos desde los tiempos del 'dream team' que fraguó Johan Cruyff. Como Leo. Y los blancos sufren más vaivenes en la cúpula y en los banquillos, pasan del cero al infinito como quien cambia de traje. Igual que el 'Pipita'.
Messi es rosarino de nacimiento pero lleva las señas de identidad de La Masía grabadas a fuego en la sangre. Llegó con sólo 13 años para probar y se quedó quizá para siempre. Se ha convertido en el mejor del mundo, según la FIFA, 'France Football' y una inmensa mayoría de los aficionados. Es un dios en Barcelona. En septiembre le renovaron por siete temporadas, hasta junio de 2016, a cambio de 10,5 millones de euros netos por año. Su cláusula asciende a 250 millones de euros pero Messi promete fidelidad eterna a los culés.
Sufría el Barça ante el Valencia pero apareció él, agarró el balón y resolvió con tres bellos goles. «Tener al mejor del mundo lo hace todo más fácil», dijo tras el choque Tito Vilanova, el segundo de Guardiola, sancionado ante los 'ches'. «Leo se puede convertir en el mejor jugador de la historia», sentenció ayer Valdés. «Espero seguir así para ayudar al equipo», masculla, ruborizado, después de sus 22 tantos ligueros.
Había goleado el Madrid en Pucela y Jorge Valdano, su director deportivo, se veía en la necesidad de desagraviar a Higuaín en primera persona del plural. «Hemos cometido una injusticia con él en los últimos días. Se le acusó de egoísta cuando es un delantero voraz. No se le puede condenar por una jugada en tres años de una trayectoria inmaculada».
Desagravio
En efecto, sólo cuatro días antes se le había acusado de no querer pasar un balón de gol a Cristiano Ronaldo, de estrellar un remate en el poste a puerta vacía y de ser poco menos que el culpable de la eliminación en octavos de la 'Champions' ante el Lyón. Se pedía su marcha, un traspaso a tiempo.
Con sus tres goles en Zorrilla (19 en total), el argentino se reivindicaba, expiaba sus culpas. «La plantilla demostró unión e Higuaín enorme personalidad», destacó Pellegrini.
Valdano asegura que negocia con el padre y representante del delantero su futuro y que le agradaría que siguiera siempre de blanco. Pero matiza que hay mucho margen. Higuaín termina contrato en 2013 y, bien o mal aconsejado, se siente infravalorado. Percibe 2,5 millones al año pero quiere el doble, lo mismo que Benzema y la mitad, aproximadamente, que Cristiano. Higuaín llegó como un parche en invierno. Le lastra esa condición. Fue una apuesta de Ramón Calderón y Mijatovic, no de Florentino y Valdano. Culturas diferentes. Fijos e interinos.