La Guardia Civil arresta a siete narcos en plena descarga de hachís en Chiclana

La zona se llama La Coquina, está a medio camino entre las salinas, esteros de Sancti Petri y el casco urbano de Chiclana, en las inmediaciones de lo que los lugareños conocen como Carboneros. Es un entorno húmedo, rodeado de caños y salinas, donde hasta la fecha no se habían producido detenciones relacionadas con el narcotráfico. Hasta la tarde de ayer, cuando dos embarcaciones fueron descubiertas cuando se internaban en la zona cargadas de fardos. La Guardia Civil abortó un nuevo alijo que pretendían introducir los narcos por el litoral chiclanero. Siete traficantes fueron detenidos por los agentes en plena descarga; mientras, desde el aire, el helicóptero de la Benemérita buscaba a otros colaboradores.

Las cámaras del Sive detectaron las lanchas aproximándose a la costa y desde el centro de control se alertó a las unidades en tierra y al Servicio Marítimo para en caso de huida por mar de los traficantes pudieran cortarles la salida.

Como suele ocurrir en este tipo de operaciones, los agentes de la Guardia Civil esperaron al momento de la descarga para poder pillar in fraganti también a los colaboradores que realizan el trabajo de traslado de los fardos. En esta ocasión, la Guardia Civil sí pudo apresar a siete traficantes.

El dispositivo se completó con un helicóptero que realizó varias batidas para localizar a otros narcos que se dieron a la fuga cuando detectaron la presencia policial. Sin embargo, al cierre de esta edición aún no se había sumado ningún arresto más.

El punto que habían elegido los traficantes para la descarga linda con una zona de viviendas ilegales dispersas, cercanas además a varias explotaciones ganaderas. Algunos vecinos salieron de sus casas y fueron testigos directos del operativo, alertados por las continuas pasadas por el aire que hacía el helicóptero y por las patrullas que en pocos minutos se concentraron en el lugar.

En bellotas

Los agentes se incautaron de 40 fardos, que arrojaron un peso aproximado de 1.200 kilos. Además, cuando fueron a abrir varios de los paquetes, se encontraron con hachís dividido en bellotas, en lugar de las placas comunes. Ese formato permite a los narcos venderlas directamente al consumidor.

La droga fue llevada hasta el cuartel de Chiclana, donde también fueron conducidos los siete arrestados, entre los que hay vecinos de Chiclana. En las próximas horas serán puestos a disposición judicial.

Una vez más, los traficantes desafían la lógica y en lugar de probar suerte por la noche, cuando la visibilidad es reducida y es más fácil esconderse en caso de ser descubiertos, trataron de alijar a plena luz del día.

Esta actuación policial se produce tan sólo un día después de que otros dos supuestos traficantes dejaran varada una potente neumática en plena playa de Santa María, en Cádiz, a primera hora de la mañana. Cuando los agentes llegaron, ya no había ni rastro de la droga.