Miles de ciudadanos dan su último adiós a Miguel Delibes en Valladolid
En 1982 compartió el Premio Príncipe de Asturias con Gonzalo Torrente Ballester y en 1993 recibió el Cervantes
VALLADOLIDActualizado:Las letras españolas se visten de luto para despedir a uno de los grandes. Miguel Delibes, escritor y académicofalleció ayer a las 07.05 horas en su casa de Valladolid, rodeado de sus seres queridos. La salud del Premio Cervantes, de 89 años, se había agravado drásticamente el jueves, motivo por el cual sus hijos cancelaron todas sus actividades para estar cerca de su padre, que estaba inconsciente, conectado a una vía y con asistencia respiratoria permanente. Juan, uno de los vástagos del escritor se encontraba en Panamá y en estos momentos viaja de vuelta a Valladolid.
Allí, en la ciudad que le vió nacer un 17 de octubre de 1920, ha quedado instalada la capilla ardiente del autor de El Camino, que ya han visitado más de 15.000 personas. A la llegada del féretro al Ayuntamiento, cientos de vallisoletanos que hacían cola para darle su último adiós han recibido el cuerpo del escritor a gritos de "¡maestro, maestro!". Previamente, el escritor ha sido traslado al Cementerio de El Carmen. Las banderas del balcón del Consistorio, que ha decretado tres días de luto oficial en recuerdo de uno de sus Hijos Predilectos ondean a media asta.
Durante todo el día de ayer no cesaron de llegar ramos de flores y coronas remitidos por representantes del mundo político, cultural, social, económico, deportivo e institucional. Destacan las enviadas por las casas Real y del Príncipe de Asturia o el Ministerio de Cultura, cuya titular, Ángeles González-Sinde, ha querido trasladar en persona su pésame a la familia del académico.
Hoy la capilla ardiente permanecerá abierta hasta que arranque el cortejo fúnebre a las 11.30 horas, rumbo a la catedral para celebrar el funeral por su eterno descanso, que será oficiado por el administrador diocesano, Félix López Zarzuelo, a las 12.30 horas. La incineración de los restos mortales del escritor vallisoletano tendrán lugar después en la estricta intimidad familiar. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, asistirá al acto en representación del Ejecutivo. Por el PP también confirmó su asistencia la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.
Descansará entre los 'Ilustres'
Poco después de conocer la muerte del escritor, Adolfo, uno de sus siete hijos destacaba la gran humildad de su padre, poco amigo de recibir premios y a quien no le importó no contar con el Nobel entre sus galardones. Adolfo Delibes insistía en que su padre "nunca fue muy de premios", ni le hizo gran ilusión lograr distinciones". "Era humilde de verdad", observaba el hijo del escritor que calificaba su marcha como "la forma menos mala de despedirse", ya que estaba rodeado de los suyos.
"Toda la familia hemos vivido unos momentos de emoción y de cierta desolación, pero también con satisfacción porque su muerte ha sido bastante corta y dulce", manifestaba su hijo Germán. El escritor, operado en 1999 de un cáncer de colon y prácticamente apartado desde entonces de la vida pública, ha pasado unos cuatro o cinco meses últimos "muy difíciles" en los cuales "no sabíamos muy bien cuál iba a ser el desenlace que, tal vez, ha resultado mejor de lo que deseábamos".
A falta del Nobel
Desde que ayer se conociera la triste noticia se sucedieron las reacciones de los representantes culturales, sociales y políticos, que destacan la enorme talla intelectual y humanista del autor vallisoletano. Entre ellas las de los Reyes y los Príncipes de Asturias, quienes enviaron sendos telegramas de condolencia a la familia del académico, en los que expresan su pesar por la muerte del escritor vallisoletano
El escritor fallecido recibió los premios más importantes de las letras hispanas y fue uno de los autores españoles más adaptados al cine y al teatro, así como uno de los primeros en alertar de las graves consecuencias de la agresión humana a la naturaleza. Compañeros y seguidores del maestro, entre ellos la ministra de González-Sinde, lamentan ahora que "no haya dado tiempo para que se le conceda el Premio Nobel", un galardón que Delibes no esperaba. Los reconocimientos recibidos a lo largo de toda su carrera y el cariño de la gente y de los suyos, eran su mejor premio.