De trabajadora social a hada madrina
Actualizado:Margaret Humphreys era una simple trabajadora social a la que en 1986 se le hizo un encargo que cambiaría su vida y la de centenares de personas: se le pidió que buscase a la familia de un ex 'child migrant' (niño emigrado, como se les conoce en el Reino Unido). Eso le llevó a descubrir otras historias similares, así que un año después decidió viajar a Australia con un periodista del diario 'Observer'. Los artículos impactaron a una opinión pública que no daba crédito a lo hecho por su gobierno, que había permitido que miles de niños fuesen alejados de sus familias.
En 1987 Margaret Humphreys montó la Fundación Child Migrants, que desde entonces ayudó a muchos de ellos a encontrar a sus parientes y posibilitar su reencuentro. Un esfuerzo que fue premiado en 1992 por el Ejecutivo australiano, que le entregó la Medalla de la Orden de ese país. El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo recientemente que él se encargaría de liderar la campaña para que su labor sea condecorada también en el Reino Unido.
Tony Costa es sólo una de tantas personas que fueron ayudadas por esta institución. «Hace unos años me operaron del corazón. Mientras estaba convaleciente en el hospital, un amigo me regaló un libro 'Empty Cradles' (Cunas vacías) de Margaret Humphreys. No podía dejar de leer; era como ver mi vida en frente de mí. Estaba tan conmovido que le escribí. En unos meses me confirmó que había localizado a la hermana de mi padre en Belfast». Marcelle O'Brien cuenta que «durante años la organización buscó a mi madre. Cuando nos encontramos ella estaba muy débil. No la tuve por mucho tiempo, pero ahora tengo una identidad y esto es algo que no me podrán arrebatar nunca».