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«Me veo casi perfecta»
Jubilada y viuda, alardea de su físico. Se atreve con todo menos con el bisturí
Actualizado: GuardarEl espejo le devolvió a los 65 años una imagen que no le gustaba. «De repente me vi más mayor y quise cuidarme un poco». Tras cinco años de tratamientos en clínicas de medicina estética -que no hay que confundir con las de cirugía ni con la cosmética- se encuentra mejor que nunca. Viuda y jubilada, Mercedes Parramón dispone de tiempo y dinero para gastárselo en su propio cuerpo. Se atreve con todo, excepto con la cirugía. Comenzó reduciendo la barriga a base de infiltraciones y masajes localizados y tras un resultado «francamente bueno» se animó a mejorar otras zonas.
Las sesiones relajan tanto a esta mujer que a finales de este mes cumple 70 años, que cuando falta una semana las echa de menos. Acude a la clínica barcelonesa del doctor Jaime Tufet -con quien aparece en la fotografía de la página siguiente- quien asegura que basta con una sesión cada tres o seis meses para mantener el rostro a tono, pero que su clienta lo hace con mayor frecuencia. «Tiene tiempo, dinero y le encanta».
Entre las técnicas a las que se somete Mercedes figura la fotomodulación, que renueva el colágeno de la piel. También prueba el peeling, las limpiezas de cutis generalizadas y los rellenos con nutrientes. Éstos últimos, precisa, con mucha precaución, «porque si me río y tengo una arruga, me gusta que se vea, busco algo natural, no hacerme milagros, y la cirugía estética modifica la expresión». Por el momento descarta hacerse el lifting, que exige pasar por el quirófano y hospitalización, pero no del todo... «Quizá cuando cumpla los ochenta, quién sabe».
Satisfecha consigo misma, no tiene pelos en la lengua, ni 'abuela'. «Mira, me veo tan bien, casi tan perfecta, que el otro día fui a una fiesta y me dijeron: '¡Pero qué te has hecho!, que guapa estás, si hasta puedes salir en el 'Hola', estás divina de la muerte', y la verdad, eso te sube el ego». El dinero no le preocupa, prefiere renunciar a cosas para invertir en belleza. Con su voz animada y dicharachera concluye: «Para la edad que tengo me encuentro muy bien y de espíritu, muy joven, muy joven».