Una alegría con el «corazón dividido» por las ausencias
Acció Solidaria está convencida de que la vuelta a casa de Vilalta y Pascual «está al caer», pero no quiere lanzar las campanas al vuelo
BARCELONA.Actualizado:La noticia de la liberación de Alicia Gámez fue recibida por sus amigos y familiares con una satisfacción contenida, ya que «aún permanecen en cautiverio los otros dos compañeros». Así relató Josep Carbonell, de Acció Solidaria, el momento en que el hermano de Alicia, Germán, que viajó en avión el martes a Burkina Faso junto a la secretaria de Estado de Cooperación, le comunicó que la cooperante ya estaba en libertad. «Le llamé al hermano, no me cogía, hacía llamada, pero no había manera, hasta que al final me llamó él y me dijo: 'Carbo', la tengo al lado».
A partir de ahora, todos los pensamientos de los miembros de la ONG están puestos en Vilalta y Pascual. «Apostamos a que Albert y Roque están al caer», comentó el portavoz de la organización, Josep Ramón Giménez. «La situación va por buen camino, la libertad de Gámez esperemos que sea el principio del fin de la pesadilla», remató.
Las compañeras de Alicia en los juzgados no se lo podían ni creer. Durante estos tres meses, no han querido ocupar su mesa en homenaje a una amiga muy querida en su lugar de trabajo. Y es que el hecho de que lleve seis años dedicando sus vacaciones a viajar por el oeste de África a bordo de la caravana solidaria ha dejado huella entre sus colegas de oficina. «Estamos muy contentos, pero tenemos el corazón divido por los otros compañeros y sus familias», señaló Carolina Prats. Nuria Bonet, entre lágrimas, añadió: «No nos lo creemos, ha sido muy duro, tenemos ganar de verle, de que vuelva al trabajo y de darle un fuerte abrazo».
Giménez exteriorizó el júbilo de la ONG, pero puso de nuevo los pies en la tierra y recordó que alegría no será completa, añadió, hasta que los tres estén en casa. Acció Solidaria mantendrá la concentración semanal silenciosa de los miércoles en la barcelonesa plaza del Rei.