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segundo juicio en barcelona

El presunto asesino de Bellvitge recreó en una redacción su «sensación de poder» al violar a una mujer

La Fiscalía eleva a 105 años su petición de condena a pedro Jiménez al mismo tiempo que advierte de que el acusado es "un peligro"

EFE
BARCELONAActualizado:

Una redacción que Pedro Jiménez escribió en prisión, antes del doble crimen de Bellvitge, recrea la "sensación de poder y hastío" que el acusado sentía mientras violaba a una mujer y el "rostro de terror" de la víctima mientras era agredida sexualmente. Jiménez fue interrogado ya la semana pasada por esa redacción, que se le incautó tras el asesinato de las dos policías de León en el registro de su celda en la cárcel de Can Brians, y aseguró que se trataba de un texto donde maximizaba un delito que había cometido en el pasado y, en definitiva, una "ida de la olla".

En la prueba documental previa a las conclusiones del juicio, se ha procedido hoy a la lectura íntegra de la redacción, en la que Pedro Jiménez imagina que aborda a una mujer por la calle, la obliga a punta de navaja a subir a su casa y acaba violándola y robándole. En el escrito, Pedro Jiménez explica que regresa a su casa a las nueve de la mañana "con una sensación de vacío", tras pasar la noche de fiesta tomando cocaína "con unas amigas", y se encuentra por la calle con una chica que va cargada con la compra.

"Pensé: puede ser fácil y rápido", prosigue la redacción, en la que el acusado relata cómo persigue a la chica y la intimida con una navaja, mientras describe la "sensación de rabia" y de ira que se va apoderando de él cuando la mujer le pide clemencia. De esa manera, consigue entrar en casa de la víctima y, de un empujón, la tira al suelo, lo que provoca que la chica se eche a llorar. "La idea de joderle la vida se va apoderando de mí con más fuerza", prosigue el escrito de Pedro Jiménez. "Le dije: 'tú te lo has buscado, ahora sabrás lo que es un hombre'", cuenta en su espeluznante redacción el acusado del doble crimen de Bellvitge, que continúa el escrito narrando con detalle cómo arrastra a la chica a su habitación, le arranca la ropa y, mientras amenaza con matarla, la viola.

El escrito resalta el "rostro de terror" de la víctima y la "sensación de poder y hastío" que inunda a Pedro Jiménez durante la violación. Tras la agresión sexual, el violador se lleva varios objetos de casa de la víctima y acude a venderlos a casa de su "camello". El resto del día, concluye la redacción, lo pasa "sin ganas de ver a nadie", con la misma sensación de "hastío". En sus informes finales, la fiscal ha vuelto a hacer referencia a esa redacción porque, en su opinión, es otro indicio que incrimina al acusado como autor del doble crimen de Bellvitge, cometido con un 'modus operandi' similar al de sus anteriores violaciones y al descrito en la redacción incautada.

105 años de prisión

La fiscal del caso, Teresa Yoldi, ha elevado hasta casi 105 años de cárcel su petición de condena para el acusado y ha pedido un veredicto de culpabilidad contra quien, en su opinión, es "un peligro" para la sociedad y las mujeres. Tras modificar ligeramente sus conclusiones y elevar en dos años su petición de condena al aplicar la agravante de reincidencia en el delito de robo, la fiscal se ha dirigido al tribunal popular que juzga a Pedro Jiménez y le ha expuesto los, según ella, trece indicios que apuntan claramente a su culpabilidad.

La representante del ministerio público ha recordado que Pedro Jiménez no es un drogadicto, pese a consumir esporádicamente cocaína, ni un enfermo mental, sino que sufre un trastorno psicopático que no es más que un "modo de ser", de la misma manera que otras personas son "simpáticas, bondadosas u ordenadas". En este sentido, ha pedido un veredicto de culpabilidad para quien, en su opinión, es "un peligro", ya que en todos los permisos penitenciarios que se le han concedido desde que ingresó en prisión a los 16 años "ha robado, ha violado, ha atentado contra la dignidad y ha humillado a las mujeres".

Teresa Yoldi ha resaltado en sus informes la "brutalidad y perversidad" de los asesinatos de las dos policías, que en su opinión murieron tras "un sufrimiento, un padecimiento y una agonía" aumentados por el hecho de encontrarse atadas y amordazadas, lo que las situaba al borde de la asfixia. "Intenten ponerse en el lugar de las víctimas", ha pedido la fiscal al tribunal popular, tras evocar el sufrimiento que debieron sentir las policías al ser conscientes, cada una de ellas, de que su compañera estaba en una situación similar en la habitación contigua.

La acusadora pública se ha mostrado convencida de que el doble crimen lo cometió el acusado en solitario, porque, a su juicio, "tiene suficiente capacidad" para hacerlo, dado que estaba repitiendo "el mismo esquema de actuación que ya realizó a los 16 años".