![](/cadiz/noticias/201003/10/Media/romero--300x180.jpg?uuid=ddd5cc4a-2c28-11df-97a1-b0c440450189)
Fernando Romero, en el Festival de Jerez
El bailaor y coreógrafo sevillano estrena la adaptación de 'Historia de un soldado'
JEREZ. Actualizado: GuardarToda una incógnita, a resolver sobre las tablas del Villamarta. Fernando Romero, que a estas alturas atesora un merecido prestigio como figura en alza del llamado flamenco teatral, se atreve con la 'Historia de un soldado' de Igor Stravinsky. Palabras mayores. No sólo por los riesgos intrínsecos que supone 'adaptar' o 'versionar' cualquier clásico, sino por los peligros asociados al cambio de registro escénico y musical.
La historia, con texto de Charles Ferdinand Ramuz, surgió de los cuentos rusos de la antología de Afanásiev, y en concreto, de la leyenda sobre el soldado desertor y el diablo que, mediante sus engaños, acaba arrebatando el alma al muchacho. A Stravinski se le ocurrió montar junto a Ramuz un teatrillo para hacer una gira de representaciones con la idea del militar que regresa de permiso a casa y cambia a Lucifer su violín por un libro en el que puede ver su futuro. ¿Cómo se llevan estas ideas al flamenco y la danza?.
Fernando Romero explica que partió de un principio irrenunciable: «Prima lo bailado sobre lo dramatizado». A partir de ahí, hubo que adaptar parte del texto al cante, y prescindir de los demás. En el papel de diablo, cuenta con un apoyo de excepción: el veterano bailaor y coreógrafo Manuel Marín.