Un terremoto deja más de 50 muertos y 70 heridos en Turquía

La tierra volvió a temblar ayer con la furia a la que Turquía está tristemente acostumbrada. Más de medio centenar de personas perdieron la vida a causa del fuerte terremoto de magnitud 6 en la escala de Richter que sorprendió a los habitantes de la provincia de Elazig, al este del país, en plena madrugada. Pueblos enteros han sido devastados debido a la pobre arquitectura de una región humilde, donde la mayoría de las casas se levantan con ladrillos de adobe.

El terremoto tuvo su epicentro cerca de la localidad de Basyurt, a unos 625 kilómetros al este de Ankara, la capital turca, y ha causado 51 muertos y 71 heridos. Según el Observatorio Sísmico de Kandilli, en Estambul, el temblor se produjo a las 04.32 horas (02.32 GMT), y sacudió la región durante casi un minuto. Desde entonces se han producido al menos 40 réplicas, la más fuerte de ellas de 5,5 grados de magnitud, lo que ha provocado el pánico entre los habitantes de la zona.

Seis pueblos han quedado reducidos a escombros. «Todo ha sido derruido. No queda piedra sobre piedra», relató Yadin Apaydin, alcalde de la localidad de Yukari Kanatli a la agencia AP. En algunos de los pueblos afectados apenas si quedaban viviendas en pie, mientras que los supervivientes intentaban rescatar lo poco que quedaba de sus enseres personales entre montañas de barro y maderas, según mostraron los canales de televisión del país.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, informó ayer de que se habían enviado a la región helicópteros, casas prefabricadas y cocinas móviles para albergar a las miles de personas que se han quedado sin hogar. La Media Luna Roja también ha desplazado a decenas de profesionales a la zona y ha mandado miles de mantas y unas 230 tiendas de campaña.

A Ali Riza Ferhat, un habitante de Okcular, el terremoto le sorprendió en la cama. «Intenté salir por la puerta pero no se abría. Salí por la ventana y comencé a ayudar a mis vecinos», relataba ayer a las cámaras de la televisión NTV. Ferhat consiguió sacar, con la ayuda de otros miembros del pueblo, seis cadáveres de entre los escombros. Okçular, con 17 víctimas mortales, ha sido la localidad más afectada por el seísmo.

Viviendas frágiles

«Un terremoto de esta magnitud no debería causar normalmente muertos», explicó Ahmed Mete Isikara, experto en seísmos, al diario turco Huriyet. Sin embargo, la pobre calidad de los edificios, construidos con ladrillos de adobe secados al sol, y reblandecidos por las lluvias y nieve del invierno, ha sido la causante del alto número de víctimas, según ha reconocido el propio Erdogan. «Hemos dado orden a las autoridades provinciales para que cambien las estructuras arquitectónicas de la región», dijo el primer ministro a la agencia estatal de noticias Anatolia.

Los expertos también han descartado que el terremoto de ayer de Turquía tenga relación alguna con los sufridos recientemente en Chile o Haití. Las tareas de rescate finalizaron al mediodía de ayer.