Los Galán podrán reabrir sus prostíbulos
Los encargados enviaban fichas de los clientes a la Policía para enmascarar la verdadera actividad y no perder las licencias; La jueza avisa a los ayuntamientos para que controlen que los locales tengan sólo uso hotelero
JEREZ Actualizado: GuardarCon los pies en la calle, a los Galán le faltaba volver a tener el control de los seis prostíbulos que habían sido clausurados. No hizo falta que las defensas de los aún imputados presentaran el recurso para que levantaran el precinto, alegando las importantes pérdidas económicas que estaba generando una medida que tildaron de desproporcionada. En la tarde de ayer, la jueza dictaba un auto que supuso un segundo soplo de aire para la familia, que puede a partir de hoy retomar sus negocios. Si bien, la decisión de la instructora del 'caso Toscana' no está exenta de reproches hacia las actividades de los Galán. Además entre líneas manda un aviso directo a las administraciones que les han concedido las licencias de apertura de unos locales que constan como hoteles, cuando a nadie se le escapa, ni los propios implicados lo esconden, a qué se dedican realmente.
La resolución de la jueza, que tiene su origen en la petición expresa de la Fiscalía, se fundamenta en que ha desaparecido el riesgo de que la actividad delictiva que supuestamente se estaba desarrollando en los seis clubes -cinco en Cádiz y uno en Estepona- continuara con su reapertura. Ahora bien, haciendo referencia al escrito de la Fiscalía, la jueza advierte a las administraciones competentes que los establecimientos de los Galán son «lugares de ejercicio de la prostitución, al margen de la actividad de hostelería para la que, en principio, se encuentran autorizados, según las licencias administrativas de las que disponen», indica el citado auto al que ha tenido acceso LA VOZ. La explotación de una licencia para otros fines ha sido comunicado a las autoridades administrativas -ayuntamientos y Junta- «en orden a desplegar los mecanismos de control que le competen».
La triquiñuela de enmascarar la prostitución detrás de una actividad regulada como el hospedaje es el recurso que utilizan los empresarios del negocio del sexo para poder levantar sus establecimientos. Y los Galán no han sido una excepción, aunque eran pocos los que creían que locales como el Garum o La Hacienda eran hoteles al uso.
La maniobra de Juan Pedro
En el auto también se menciona cómo el torero Juan Pedro Galán y su antiguo mozo de espadas, José Luis Torres, quien consta como administrador de las empresas que explotan los establecimientos, diseñaron una maniobra «para aparentar el hospedaje de clientes masculinos en los locales». Esta consistía en remitir las fichas de los clientes junto a una fotocopia de su DNI a la Policía como hacen los hoteles ordinarios para verificar la identidad de sus huéspedes. Pero en el caso de la cadena Galantería, esos supuestos clientes eran los que mantenían relaciones sexuales con las prostitutas. Con ello buscaban «impedir la descalificación administrativa».