Sandalia+calcetín= bochorno
Actualizado:Hubo un tiempo en que los españoles distinguíamos de lejos a los turistas extranjeros que visitaban nuestro país con echarles un vistazo a sus sandalias y comprobar si tapaban sus pies con calcetines aunque los termómetros anduviesen disparados. Si el color elegido del calcetín era el blanco, aquello era definitivamente el acabose del mal gusto.
Pues bien, más que acabar, los grandes diseñadores amenazan con dar la bienvenida a la primavera con monumentos al exceso que merecerían quedar sepultados en su memoria. La mayoría se apunta a la moda de la sandalias que sólo permiten asomar un par de deditos, al estilo de los elegantes 'peep toes', tan del gusto de la princesa Letizia, pero acompañándolas con calcetines de lana. La propuesta no suena a nueva. Christopher Bailey, mandamás de Burberry, lleva varias temporadas intentándolo. Afortunadamente, sin éxito. Todavía. Posiblemente, sus clientas prefieran evitarse todo tipo de bochornos y optar por tendencias más frescas.
Como los cortísimos shorts de Prada, de efecto 'inacabado', que no se sabe si empiezan donde acaban o acaban donde deberían arrancar, y las faldas-cinturón con las que el dúo Dolce&Gabbana recorta en tela y costes a sus clientas al tener que decidirse sólo por la falda o el cinturón.
Claro que el verano trae tendencias menos arriesgadas y a buen seguro más 'ponibles'. Apunten los bolsos con cadena de Chanel, Óscar de la Renta y Roberto Cavalli.