Al Málaga no le gustan los colistas

El Málaga parece sufrir una extraña maldición cuando se enfrenta con el colista de la categoría, pues los últimos precedentes no le son demasiado favorables. Por ello, la realidad malaguista dicta que el duelo contra el Xerez ni mucho menos será un paseo para los inquilinos de La Rosaleda. El Málaga no ha ganado en los últimos cinco precedentes en los que se ha enfrentado al último clasificado de Primera (entre los que está la última visita a Chapín), lo que constituye un serio aviso cara al derbi que se disputará esta tarde. Sin necesidad de disponer de esta estadística, Juan Ramón Muñiz se ha encargado de poner todo de su parte para que el equipo no caiga en la autocomplacencia en este encuentro, aunque la actitud en el trabajo de la plantilla malaguista no ofrece sensaciones de que pueda haber algún síntoma de relajo.

En cualquier caso, todo se comprobará a partir de las cinco de la tarde. El Málaga parte avisado. En esos cinco partidos, dos de ellos disputados en La Rosaleda, sólo fue capaz de marcar dos goles a sus rivales. Esta misma temporada ya pasó por esta situación en dos ocasiones y en ambas dejando mal sabor. La última de ellas, en Villarreal, en un partido que supuso el comienzo de la primera de las dos reacciones claras que ha tenido el cuadro castellonense esta temporada, con la destitución de Valverde entre ambas. El cuadro amarillo llegó con tres empates y cuatro derrotas a este compromiso. Su primer triunfo liguero se produjo en ese momento, en una pobre actuación de los pupilos de Muñiz y con un segundo tanto recibido que dio que hablar, al dar la impresión de que Capdevila se aprovechó en un golpe franco directo de una mala colocación de la barrera de los visitantes.

Derrota en Sorio

Además, en la campaña anterior el Málaga perdió por 2-0 en Los Pajaritos ante una versión muy mejorada del Numancia. Encajó el primer tanto, obra de Juan Carlos Moreno, con apenas 36 segundos de partido, y no fue fiel al estilo como visitante que caracterizó al equipo dirigido por Antonio Tapia. Fue, sin duda, el partido tonto de la temporada para los blanquiazules, que ni siquiera se aprovecharon de la expulsión del delantero local Goiria, al comienzo de la segunda mitad, ni del aspecto desangelado en las gradas con el que comenzó el choque, ya que estaba acabando el Real Madrid-Barcelona del 2-6.

Los otros dos precedentes negativos son de la temporada del último descenso del Málaga, la 05/06. En la cuarta jornada no pudo con el Alavés (0-0) en un partido soporífero jugado entre semana. Hubo empate en todo: en errores, mal juego e imprecisiones. Las ocasiones fueron escasas para los discípulos de Tapia, a los que les costó ofrecer argumentos para superar la muralla de seis hombres del cuadro vitoriano, con Alonso, el ahora malaguista Juanito, Pellegrino, Coromina, Carpintero y Astudillo.

Más tarde el Mallorca se impuso en La Rosaleda (0-2). Fue el tercer partido de Manolo Hierro al frente de la plantilla malaguista y empezaba ya el derrumbe clasificatorio que la condujo a Segunda de forma merecida. Los tantos de Pisculichi y Campano en la segunda mitad zanjaron la diferencia entre los dos equipos y, como nota curiosa, aquel Málaga jugó con un once titular con seis jugadores que hablaban portugués: Litos, Jorge Ribeiro, Gabriel, Bóvio, Duda y Edgar.

Con un castellano con soniquete ecuatoriano afirmaba ayer Felipe Caicedo, delantero del Málaga, que podría volver hoy al once titular, que su equipo debe jugar contra el Xerez con «las mismas ganas y humildad que en todos los partidos de casa» y espera ser titular de nuevo tras superar un problema físico, ya que se encuentra «mucho mejor». El punto explicó que el enfrentamiento contra el conjunto jerezano es «una final» y ha pedido que «salgan bien las cosas» para lograr los tres puntos. Caicedo, que llegó el pasado mes de enero al Málaga cedido por el Manchester City, ha asegurado que su adaptación «va bien» y ya conoce el entorno del Málaga.