SOBRE LO CORRECTO
Actualizado:Reconozco que la expresión «políticamente correcto/incorrecto» no ha sido nunca de mi agrado. Quiero decir que no soporto la hipocresía, que me gusta que se le llamen a las cosas por su nombre y que no es honesto decir por un lado una cosa y por otro lado la contraria. Pero, por primera vez -y sin que sirva de precedente-, utilizaré la expresión para referirme a lo que para mí ha supuesto un error lamentable por parte de una política española.
Es cierto que uno en su vida privada se permite cierto tipo de expresiones, o incluso chistes, que bien podrían ser tachados, entre otros calificativos de groseros, racistas, xenófobos, machistas, y un largo etcétera de adjetivos indeseables. No entraré ahora a discutir sobre lo reprobable de este tipo de comportamientos.
Ahora, que una líder política declare en un medio informativo que: «El señor Zapatero es un gallego en el sentido peyorativo de la palabra», merece, cuando menos, un abucheo público. Yo no soy gallega, pero imagino ese mismo comentario con el término andaluz y se me llevan los demonios, máxime cuando me consta que «andaluz», por desgracia, también ha sido utilizado tradicionalmente con un sentido peyorativo por parte de ciertas mentes estrechas y retrógradas.
No importa que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) recoja, o haya recogido, el término gallego con la acepción que ella misma utilizó. Pero hay una cosa que se llama sentido común, que no engaña, y nos avisa de cuándo algo está fuera de lugar. Y el sentido común nos dice claramente que lo que Rosa Díez ha hecho ha sido insultar a una región, a sus habitantes, y a su cultura. Que probablemente ella no sea precisamente este tipo de persona intolerante y llena de prejuicios. Pero no puede permitirse estos comentarios, y si se le escapan, debe entonar un 'mea culpa' sin reservas, sin justificaciones y sin rodeos.
Lo que llama la atención es que esta mujer sea la política mejor valorada de España. «Madre mía», piensa una, «cómo serán los demás...».