Editorial

Polifonía con Venezuela

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las cuatro voces que, en nombre del Gobierno, se han referido al alcance del auto del juez Eloy Velasco respecto a la colaboración entre ETA y las FARC junto a las connivencias venezolanas -el presidente Rodríguez Zapatero, la vicepresidenta Fernández de la Vega y los ministros Moratinos y Rubalcaba- han descrito una actitud cauta y equívoca en cuanto a los requerimientos que podrían derivarse del contenido de dicho auto hacia las autoridades de Caracas. No parece que se hayan solicitado oficialmente ni explicaciones, ni informaciones, por lo que la demanda pública de cooperación realizada por el titular de Interior se ha convertido en la síntesis final de lo que el Gobierno persigue en el caso. Claro que, como el propio Rubalcaba señaló ayer, tal cooperación debería materializarse especialmente en la disposición a brindar a la Audiencia Nacional toda la ayuda que ésta requiera. Es más, la posición del Estado español en sus relaciones con Venezuela vendrá determinada por la precisa cooperación que la Audiencia Nacional solicite del Gobierno de Hugo Chávez. Tampoco estará de más, por mucho que puedan pesar los intereses económicos, exigir al presidente venezolano y sus ministros un mayor respeto hacia España y sus instituciones.