Un auto antes de comer, y otro distinto después del almuerzo
Actualizado:Ana, la novia de Juan Pedro Galán, estaba comiendo un plato de garbanzos cuando recibió la noticia. Se la comunicó su cuñada, Eva que le preguntó: «¿Quieres dormir esta noche con tu novio?». «Pegué un salto, dejé el plato sin terminar y me vine para Puerto II», explicaba ayer esta joven. También para ellos, el cambio de decisión de la jueza de Chiclana fue sorprendente. Antes del almuerzo, los allegados a los Galán sólo esperaban la salida de prisión de Juan Luis, el cabeza de familia. Una alegría a medias, pues seguiría bajo prisión preventiva en su casa, en arresto domiciliario, pues la jueza, consideraba que la salud y la edad del hombre (71 años) lo justificaban. El fiscal y el forense del Instituto de Medicina Legal aseguraban, en cambio, que Juan Luis «podía recibir el tratamiento en el centro penitenciario, donde se encuentra adecuadamente controlado». Pero la jueza hizo caso a la petición de la defensa. El auto llegó a los despachos de los abogados y a los familiares al mediodía; sin embargo, tres horas después a la hora del almuerzo, salía del juzgado chiclanero la segunda orden judicial -contradictoria con la anterior- que decretaba la libertad con cargos para todos, con la retirada del pasaporte para los imputados extranjeros. Fue tal la sorpresa que los abogados defensores recibieron y leyeron el documento en torno a las 16.30 horas, cuando se encontraban ya en las puertas de Puerto II rodeados de familiares, esperando en exclusiva a Juan Luis Galán. Ni se imaginaban que la alegría y el éxito de los letrados se vería multiplicado cuatro horas después. «Yo acababa de comer cuando me enteré», recordaba Bella, la esposa de uno de los encargados de los prostíbulos. También a ella la llamó Eva: «¿Quieres dormir hoy con tu marido?». «No me lo creía, al fin se ha hecho Justicia».