Tres consejeros recusados

Baltasar Garzón, en sus alegaciones, solicita además la recusación de tres vocales del Consejo en el debate sobre su suspensión de funciones. Pide que el vicepresidente, el conservador Fernando de Rosa, y los consejeros Margarita Robles, progresista, y Gema Gallego, conservadora, se abstengan en las deliberaciones.

El magistrado afirma que De Rosa, consejero de Justicia en el Gobierno valenciano entre 2003 y 2008, tiene «amistad íntima» con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, uno de los nombres que aparecen con más recurrencia en la investigación de la trama 'Gürtel' y que fue acusado y absuelto de haber recibido unos trajes de regalo de Álvaro Pérez, 'el Bigotes', uno de los implicado en la red corrupta. También alega que De Rosa tiene una «enemistad manifiesta» hacia él.

Se opone a que Gallego vea su expediente porque tiene asimismo «enemistad manifiesta» desde que Garzón echó por tierra una investigación suya, «con una notabilísima falta de consistencia», que vinculaba la posesión de ácido bórico de uno de los implicados en los atentados del 11-M con miembros de ETA detenidos que también tenían esta sustancia entre sus pertenencias.

El juez veta a Robles por «la enemistad profunda» que tiene hacia él desde mediados de los años noventa, cuando la vocal era secretario de Estado de Seguridad y Garzón investigaba los GAL o el caso de 'los papeles de Laos'. Robles fue la que impulsó la apertura del expediente para la suspensión de funciones del juez.