Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
REFLEXIONES

MARADONA DIMISIÓN

DANIEL GUTIÉRREZ
Actualizado:

Diego Armando Maradona. Un futbolista genial, el mejor de todos los tiempo en mi opinión; un mal ejemplo para la sociedad como persona; un proyecto de entrenador que no tiene ni formación ni conceptos; un filón para los medios de comunicación; una garantía de fracaso en estos momentos.

Esta es mi visión particular de lo que ha sido y es hoy por hoy el seleccionador argentino de fútbol. Nunca deja indiferente a nadie. Acostumbrado a que la gente le idolatre, a que le baile el agua allá por donde va, el Dios del fútbol se endiosó tanto que pensó que lo tenía todo permitido. Pues bien. Se estampó de bruces con la vida y va camino de estamparse de lleno en su otra vida, la del fútbol, donde puede perder buena parte del prestigio obtenido con las botas puestas debido a los numerosos tachones que presenta hasta el momento su pizarra como técnico.

Porque ciertas actitudes de Maradona no las puede entender nadie. Después de verle tirado en el suelo celebrando los goles con sus jugadores, lanzando improperios a diestro y siniestro por poner en tela de juicio sus decisiones deportivas y tirotear a periodistas desde su villa particular para que no le espiaran, sólo le quedaba como argumento para mantener su puesto los amplios conocimientos que se le presuponen.

Pues bien. Después de verle ayer peleándose con los organizadores de la rueda de prensa posterior al partido Alemania-Argentina porque se negaba a compartir mesa con el jugador teutón Thomas Müller, una de las estrellas en cierne del fútbol bávaro. Después de dos o tres intentonas, del run run de la sala y de la cara de no entender nada del pobre futbolista del Bayern de Münich, el 'gran' Diego se dignó a comparecer y antes de que nadie le pudiera preguntar nada pronunció la frase que le descalifica totalmente para seguir como seleccionador. No, no fue ningún insulto. Fue peor. «Perdonad, pero no sabía que era un jugador». Maradona, dimisión.